martes, abril 23

Vacunación: más médicos de lo previsto, la “tómbola” de la segunda dosis y otras sorpresas

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Por Pablo Sigal para Clarín

El Gobierno iba a inmunizar a 763 mil trabajadores de la salud. La cifra llegaría a 850 mil, entre las dudas sobre algunos vacunados. Además, no sólo los médicos siguen recibiendo la segunda dosis.

El Monitor Público de Vacunación fue creado por la ministra de Salud, Carla Vizzotti, luego del escándalo del vacunatorio y los vacunados VIP, con el objetivo de transparentar la campaña de inmunización contra el coronavirus en Argentina. Los datos se vuelcan en ese sitio supuestamente “en tiempo real”.

Al contrastar esa información con otros datos oficiales, surgen algunas sorpresas que podrían restarle al monitor parte del espíritu de transparencia, y en su lugar abonar sospechas sobre la falta de apego a las prioridades fijadas por el Gobierno para llevar adelante el plan nacional.

Más médicos de lo previsto

Un primer dato llamativo es el de las vacunas que ya fueron destinadas al “personal de salud” en los primeros tres meses del operativo. La cifra provisoria destaca aún más por el hecho de que buena parte de esos trabajadores no ha recibido la segunda dosis.

Esto se da en un contexto de dudas todavía vigentes sobre funcionarios públicos y otros beneficiarios imprevistos, que sin pertenecer al personal de salud habrían sido inscriptos bajo ese rótulo para ser inoculados antes de lo que indicaba el protocolo.

El último dato actualizado indica que ya fueron 1.478.188 las vacunas aplicadas al “personal de salud” en todo el país. Cuando el Gobierno lanzó el plan de vacunación, a fin de diciembre, anunció que serían inmunizados 763 mil trabajadores. Iban a necesitarse 1.526.000 dosis para completar los esquemas.

Si se asumiera que todas las segundas dosis aplicadas en la Argentina (684.366, hasta este domingo) han tenido como destinatarios a trabajadores de la salud, el número total de primeras dosis para ese grupo ya sumaría 793.454. Es decir, 30 mil más que la previsión inicial. Pero esa presunción es insuficiente.

Las segundas dosis hasta ahora aplicadas, antes de que se decidiera (hace diez días) que el cronograma estándar de vacunación beneficiara sólo a los médicos y que el resto de la población debería esperar, fueron destinadas también al “personal estratégico”. Ese grupo ahora suma 584.442 vacunados.

¿Cuántos médicos y enfermeros recibieron la segunda dosis? El dato nacional no es público, pero la información de la Ciudad puede ser ilustrativa: sólo el 48 por ciento del personal de salud completó su inmunización: 78.850 sobre 162.932 empadronados.

Todo lo cual indica que una vez que cierre la cuenta de los profesionales de la salud, el numero final sería bastante mayor al previsto. No se sabe a cuánto llegará la cifra, pero su dimensión hizo que el Gobierno corrigiera sus expectativas sobre el universo a inmunizar. La nueva estipulación extraoficial sería de 850 mil personas, unas 90 mil más que la previsión oficial original.

El grupo de los “otros”

Al analizar el aumento de los vacunados por grupo de riesgo, surge otro dato que raya entre lo anecdótico y lo intrigante: los identificados en el Monitor Público como “Otros”. Cualquiera podría imaginar que esos “otros” no son médicos, ni mayores de 60, ni menores de 60 con comorbilidades, ni docentes, ni fuerzas de seguridad, ni responsables del funcionamiento del Estado. Sin embargo, según la explicación del Gobierno esa hipótesis es errónea.

El total de vacunas destinadas a ese grupo no es una cifra relevante: 1.394 hasta la última actualización. Pero sí lo es su ritmo de crecimiento. La semana pasada subió, en promedio, 7,5 por ciento cada 24 horas.

Una fuente del Ministerio de Salud le dijo a Clarín: “Esa categoría estuvo desde el inicio y se acordó como una instancia de carga alternativa. Se puso para responder a un imponderable”.

La fuente agregó que “la categoría también existe para el resto de las vacunas del calendario o de otras campañas, sólo que en ese caso se llama ‘por excepción’”. ¿Cuáles serían los imponderables? “Que por ejemplo el registrador no sepa en qué categoría debe incluirlo y seleccione ‘otros’, o que una mujer esté embarazada y a pesar de ser personal de salud dude dónde incluirla”, fue la explicación.

Otro grupo que también requiere mayor transparencia pública en el Monitor es el de los docentes. Aparecen registrados en el mismo pelotón que el personal estratégico (fuerzas de seguridad, responsables del funcionamiento del Estado y personal del Servicio Penitenciario). Suman un total de 584.442 dosis recibidas, pero los maestros no están discriminados.

El personal estratégico recibió más del doble de dosis que el grupo de riesgo de entre 18 y 59 años con comorbilidades, cuyas chances de muerte en caso de contraer la enfermedad son mayores. En estas personas, el número de dosis aplicadas suma 207.420.

“Tómbola” de la 2da. dosis

Un tercer dato llamativo surge a partir de una recomendación que hace poco más de una semana hizo el Gobierno: interrumpir el esquema completo de vacunación en la población argentina y aplazar al menos tres meses la segunda dosis. El objetivo, se argumentó, es cubrir la mayor cantidad de gente antes del invierno y evitar que la nueva ola de Covid haga estragos.

La decisión fue votada por el Consejo Federal de Salud (Cofesa), integrado por los ministros de Salud de las 24 provincias, aunque no existe evidencia científica de que en las tres vacunas que se aplican hoy en el país esa metodología sea acertada. Sólo en el caso de la de AstraZeneca se han obtenido conclusiones positivas al respecto.

Más allá de esas dudas, en el país se siguieron aplicando al menos 2.700 segundas dosis por día después de la decisión oficial. Si bien los médicos son los únicos exceptuados de este régimen de dilación, cada provincia es libre de aplicar la recomendación según la “particularidad de su población”, según comunicó el Gobierno.

Los registros en tiempo real indican que el personal de salud recibió, luego de la disposición de Cofesa, 1.000 segundas dosis por día. Las 1.700 restantes fueron destinadas a otros grupos de riesgo en casi todas las provincias. Ese mecanismo, de perdurar, podría abrir una etapa de discrecionalidad sanitaria e instaurar dos categorías de inmunizados.

El ritmo de vacunación

Un último dato que surge del Monitor Público está vinculado a dichos del presidente Alberto Fernández, según los cuales Argentina podría aplicar 4,5 millones de vacunas por mes si tuviera esa cantidad disponible.

El ritmo actual es de aproximadamente 100 mil vacunas por día, con lo que se estaría inmunizando a unos 3 millones de personas al mes. Es decir, habría una capacidad ociosa del 50 por ciento.

Sin embargo, hasta el último fin de semana sólo el 72 por ciento de las vacunas distribuidas por el Gobierno habían sido aplicadas. El dato es, incluso, previo a la distribución del último lote de casi un millón de dosis de Sinopharm arribado al país, por lo que las vacunas no aplicadas correspondían a stocks anteriores. Por debajo de ese índice, hay ocho provincias que trabajan a un ritmo aún más lento.

En el grupo de menor rendimiento figuran Misiones (63%), Mendoza (67%), Buenos Aires (67%), Santiago del Estero (68%), Tucumán (68%), Entre Ríos (68%), Chubut (70%) y Corrientes (71%). La provincia más eficiente es La Pampa (aplicó 97% de lo recibido), seguida de San Luis (96%). La Ciudad de Buenos Aires aprueba por poco, con un 74%.

Ahora que Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof discuten la viabilidad de volver a restringir actividades para ganar tiempo, bajar la circulación del virus e inmunizar todo lo posible, el ritmo de vacunación en cada distrito pone en evidencia en qué lugares puede haber tiempos por optimizar.

El dato se traduce en dosis aplicadas versus disponibles. Cuanto más bajo da ese índice, menor será el poder del Estado de evitar casos graves y muertes por Covid. Para el caso del AMBA, donde ahora vuelven al espadeo por la “cuarentena”, el stock bonaerense antes de sumar las últimas vacunas chinas trepaba a 788 mil y el de Ciudad, a 146 mil.

Según el promedio diario de aplicaciones en la Ciudad (unas 11 mil por día), su reserva de vacunas sin contar el flamante lote de Sinopharm le alcanzaba para 13 días, mientras a la Provincia (con unas 40 mil inoculaciones diarias), para 20 días. Con la curva de contagios de Covid en franco ascenso, esos plazos adoptan visos de eternidad.