miércoles, abril 24

Van tras los pasos de la jefa organizadora y declararían policías

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Arranca una semana clave en la investigación por la causa de la financiera trucha.

El operativo en el que cayeron los dos policías el viernes.

Esta semana será clave para la investigación en torno a la financiera trucha que se desarticuló en los últimos días por la que hay policías detenidos y un inocultable enfrentamiento entre el Ministerio Público Fiscal y el Ministerio de Seguridad y la cúpula policial . En la mira de la causa están altos mandos de la fuerza.

Se espera que las siguientes actuaciones de la fiscalía en el marco de la investigación se encaminen a tratar de dar con el paradero de la jefa organizadora de la financiera trucha, quien logró profugarse hasta ahora con la supuesta colaboración de algunos efectivos policiales implicados en la causa.

Además, esta semana declararían los dos policías que fueron detenidos el viernes pasado, implicados por presunta colaboración con los responsables de la financiera que estafó a muchísimas víctimas, la mayoría efectivos policiales.

Por la causa, además de los dos efectivos que cayeron el viernes último en la Capital salteña, hay siete mujeres imputadas, acusadas de estafas reiteradas, seis de las cuales prestaron declaración y negaron los hechos que se les imputan mientras que la séptima se abstuvo de hablar.

Durante las actuaciones también se detuvo a un hombre con residencia en Metán y la lista de investigados y buscados crece con cada avance de las averiguaciones por parte de los investigadores.

La causa, que se investigaba como una financiera trucha ordinaria que estafaba incautos, empezó a crecer con el avance de la investigación y la revelación de la participación de altos mandos de la Policía de la Provincia, quienes habían logrado cuantiosos retornos de sus inversiones, mientras que el resto de los efectivos resultaron estafados y perdieron su dinero.

La fiscal penal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC), Ana Inés Salinas Odorisio, investiga a la financiera Ríos & Asociados, la cual empleaba una identidad falsa a fin de aparentar solvencia y capacidad económica para realizar operaciones de gran envergadura.

La empresa ofrecía en redes sociales la participación en operaciones de inversión prometiendo importantes ganancias en el corto plazo (15, 30 y 60 días). Para participar, los «inversores» debían rubricar un contrato de inversión con la financiera, que llevaba el membrete de Ríos & Asociados, número de CUIT y que era representada por un abogado.

No obstante, se descubrió que todos los datos de la financiera eran falsos e incluso que se utilizaba el nombre de un abogado de Buenos Aires que desconocía la existencia de estas maniobras.

La supuesta financiera llamó la atención de los investigadores por la enorme expectativa que levantaba entre sus «inversores», quienes hacían larguísimas colas en la calle para ingresar al negocio que les prometía dinero de manera no solo fácil, sino sospechosamente rápida.

Tanto llamó la atención la supuesta empresa que tuvo que mudar su sede inicial sobre la avenida Bicentenario de la Batalla de Salta, para llevarla a una sede dentro del barrio Tres Cerritos. Incluso se cree que la financiera también tuvo otro breve paso por una oficina céntrica en la calle Balcarce.