miércoles, abril 24

Video: aparecieron tres crías de dragón en una cueva (y pueden ser vistas en persona)

0
393

Un grupo de biólogos diseñó un acuario para la exhibición de estos extraños reptiles que pueden hasta 100 años.

El naturalista Freiherr von Valvasor describió por primera vez en 1689 unas extrañas criaturas que las lluvias habían arrastrado fuera de la cueva de Postojna, en Eslovenia. Los lugareños aseguraban que eran crías de dragón. Ahora, los turistas podrán ver estos extraños anfibios en su hábitat natural.

Estos reptiles blancos que el científico esloveno describió no eran dragones sino proteos (Proteus anguinus), una rara especie de salamandra cuyo único hábitat conocido son las cuevas de Eslovenia, Croacia, y Bosnia y Herzegovina.

Los anfibios son prácticamente ciegos, pero compensan la falta de visión con una sofisticada colección de fotorreceptores, quimioreceptores y electrorreceptores ubicados en su piel. Además, tienen un olfato y un oído extraordinarios. Los proteos pueden vivir hasta 100 años y se sabe por experimentos controlados que pueden sobrevivir hasta 10 años sin alimento alguno.

Es tan extraña esta especie que nunca hasta ahora se había logrado documentar con detalle su ciclo reproductor, ya que se reproducen cada diez años. Eso cambió en 2016, cuando un grupo de investigadores descubrió que una hembra de la especie había depositado 64 huevos en uno de de los acuarios con estas criaturas que hay en la cueva de Postojna.

crías de dragón
Permiten visitar crías de dragón en una cueva de Eslovenia (Foto: Wikimedia Commons).

De total de esos huevos, solo 21 de ellos eclosionaron (en libertad el porcentaje de supervivencia es aún menor), así que los científicos se embarcaron en un ambicioso proyecto para tratar de criar con éxito a los pequeños proteos, y así asegurar también la supervivencia de la especie en el futuro.

Durante cuatro años, los biólogos Primož Gnezda y Katarina Kanduč se dedicaron a cuidar todos los días a los pequeños bebés dragón.

Cómo podrán verse las crías de dragón

Además del valor científico de su trabajo, sus esfuerzos se cristalizaron al diseñar un acuario para que los visitantes puedan ver por primera vez a tres jóvenes proteos.

La cueva acaba de reabrir sus puertas luego de la pandemia de Covid-19, pero las visitas a los bebés dragón están restringidas a grupos de no más de 30 personas al día.