La policía debió intervenir en el hecho por lo que la versión oficial indica que el hombre se bajó del auto con el mismo encendido.
El animal quedó dentro y sin querer, al ser un coche con cambios automáticos, puso la opción de reversa y así fue como estuvo por una hora.
El hecho ocurrió en Port St. Lucie, en el estado de Florida, Estados Unidos. Y el nombre del involuntario culpable es Max, un labrador negro.
Según se pudo resolver, el perro movió la palanca de cambios y al estar en marcha, comenzó a girar sin control. De esta forma golpeó varios tachos de basura, casilla de correo y destruyó algunos jardines.
Al llegar la polícia, el dueño del auto y Max, les dió un control remoto pero que no funcionaba ya que no tenía batería.
La forma de solucionarlo consistió en algo más cercano. Los agentes debieron acercarse al auto, ingresar un código en la puerta para poder abrirla, ingresar y detener el automóvil. Por suerte nadie salió herido, y solo hubieron algunos daños materiales.
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