El mandatario puso alma y vida cuando interpretó «La López Pereyra» y «La Cerrillana».
Haciendo lugar a una de sus pasiones, el canto, el gobernador Gustavo Sáenz se sumó a los coros de los gauchos durante los fogones en el Monumento a Güemes.
El repertorio fue muy variado, pero le puso alma y vida cuando interpretó «La Cerrillana», de Abel Mónico Saravia y Marcos Tames; y «La López Pereyra», zamba considerada como himno de los salteños, del músico Artidorio Cresseri.
No
faltó el acompañamiento de las guitarras, bandoneones y los bombos, que
aparecieron como por arte de magia; ni los gritos de “Vamo Gustavoooo.
Vamo Saltaaaaa (sic)” de muchos entusiastas que rodearon al
mandatario en la noche del 16, en víspera de la fiesta central en
homenaje al Héroe Gaucho.