miércoles, abril 24

Vitaminas antioxidantes: para qué sirven y dónde encontrarlas

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Cuál es la función de cada una en el organismo

Son uno de los ingredientes más importantes para mantener nuestro organismo en perfecto estado, protegido de cualquier agresión externa y nos ayudan a prevenir el envejecimiento de la piel.

Los antioxidantes son indispensables para tener buen aspecto y estar sanos. En la alimentación existen distintas vitaminas que cumplen la función de impedir que los radicales libres se salgan con la suya, siendo importante su consumo frecuente, para que el organismo tenga suficientes recursos con los que ganarle la batalla a la oxidación.

Los antioxidantes presentes en los alimentos puede dividirse en tres grandes grupos: polifenoles, carotenoides y vitaminas.

Polifenoles: se pueden dividir en dos grupos, flavonoides y no flavonoides y están presentes en verduras, frutas, legumbres, cereales y algunas infusiones. Además de su actividad antioxidante, se ha demostrado que también tienen actividad antiinflamatoria, antibacteriana y antiagregaria plaquetaria. También potencian la acción del sistema inmunitario y facilitan la actividad de enzimas que contribuyen a una buena digestión.

Carotenoides: son pigmentos cuyo función es determinante en el desarrollo y mantenimiento del estrés oxidativo celular. La presencia de estos pigmentos es muy reconocible porque da color a los alimentos: amarillo, naranja, rojo, violeta… Están presentes en frutas y verduras como la zanahoria, el melocotón, la naranja, la sandía, el tomate o el mango, entre muchos otras.

Las principales vitaminas antioxidantes

La A de anti-oxidación

La vitamina A es partícipe de un montón de funciones esenciales en el organismo, entre ellas la hidratación de la piel y la de reparación de la misma. También se la conoce como retinol, cuyos beneficios se pueden encontrar de forma específica a través de cremas, cosméticos, y en el consumo de productos naturales.

El betacaroteno es la forma más segura de consumir esta vitamina y la hallamos en zanahorias, brócolis, pimientos, acelgas, espinacas, naranjas, mandarinas, mango, entre otras frutas y verduras. Su acción antioxidante previene el envejecimiento celular, la aparición de ciertas enfermedades y protege al ADN.

La C de colágeno

Es fuente de energía, luminosidad, regenera, hidrata e ilumina la piel. Su acción participa en la síntesis de carnitina, fundamental para prevenir la obesidad, y en la síntesis de colágeno, que aporta elasticidad al cutis, evitando la flacidez. La encontramos en alimentos como naranjas, ananás, manzanas, tomates, espinacas, entre otros. Su uso tópico a través de cosméticos se recomienda en pieles apagadas y afectadas por el estrés, que necesiten revitalizarse y combatir los signos de envejecimiento, así como en pieles cansadas que necesiten recuperar su energía de manera inmediata.

La E de embellecedora

Es el antioxidante encargado de luchar contra los radicales libres solubles en lípidos, es decir, ayuda a proteger los ácidos grasos y a cuidar al organismo de la formación de moléculas tóxicas. Protege contra los efectos del envejecimiento eliminando los radicales libres que causan degeneración de los tejidos como la piel y su presencia es importante en la formación de fibras elásticas y colágenas del tejido conjuntivo promoviendo la cicatrización de lesiones. Los encontrás en los aceites vegetales, huevos, nueces, vegetales de hoja verde y cereales integrales.

Fuente: En Femenino