jueves, marzo 28

Vuelve a aumentar el precio del biodiesel y el bioetanol: a qué valor se ubica

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Las subas podrían impactar en lo que paga el consumidor en los surtidores. También se anunciaron más actualizaciones mensuales

Detalle que puede influir en el bolsillo de los argentinos: el Gobierno volvió a aumentar el precio del biodiesel y del bioetanol, dos productos que se utilizan para la fabricación de combustibles, según se publicó este lunes en el Boletín Oficial.

La medida (podría impactar en los surtidores) se oficializó a través de las resoluciones 852/2021 y 853/2021 de la Secretaría de Energía, dependiente del Ministerio de Economía de la Nación, y fueron firmadas por el secretario de Energía, Darío Martínez.

La primera de estas normas fijó en $59,350 el litro del bioetanol elaborado a base de caña de azúcar o de maíz, destinado a su mezcla obligatoria con nafta. Este valor “regirá para las operaciones correspondientes al mes de septiembre de 2021 y tendrá vigencia hasta la publicación de un nuevo precio que lo reemplace”.

Se aclaró que “el plazo de pago del bioetanol elaborado a base de caña de azúcar y maíz no podrá exceder, en ningún caso, los 30 días corridos a contar desde la fecha de la factura correspondiente”.

Al respecto, se indicó que “se considerará el promedio ponderado de las ventas de nafta Grado Dos y Grado Tres llevadas a cabo por dicha empresa en los últimos 12 meses, conforme la información que proporcione la Dirección Nacional de Economía y Regulación de la Subsecretaría de Hidrocarburos”.

Por otro lado, en la resolución 853/2021 se fijó en $122.453 por tonelada el precio de adquisición del biodiesel destinado a su mezcla obligatoria con gasoil para las operaciones correspondientes al mes de septiembre; en $124.900 por tonelada, para las que se realicen en octubre, y en $127.400, para las de noviembre próximo.

El biodiesel, elaborado a partir de la soja, se usa en camiones, tractores y maquinaria agrícola, en tanto el bioetanol, que se produce a partir de caña de azúcar y de maíz, se mezcla con naftas y tiene a los autos como destino final.

Esto generaría un impacto en los precios al consumidor, que buscarán trasladar a los usuarios el precio que el Estado otorgó a los productores de biocombustibles, en un mercado muy regulado.