El ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, anunciará un nuevo modelo para la obra pública. Este enfoque se basa en un sistema que depende del interés y beneficio del sector privado, alejándose de la iniciativa pública. El plan se presenta como un esquema 100% privado, distinto a las anteriores propuestas de Participación Público-Privada.

El modelo se asemeja al sistema chileno, donde el Estado otorga al sector privado la responsabilidad de generar inversiones, definiendo las prioridades. A cambio de la realización de obras, el Estado permite al privado explotar la inversión. Por ejemplo, en la construcción de autopistas, el privado podría cobrar peajes durante varias décadas para recuperar la inversión.

El programa ha generado discusiones con la Cámara de Construcción. A pesar de los debates, se está negociando con el presidente de la Cámara, Gustavo Weiss. Sin embargo, aún no se ha alcanzado un consenso sobre cómo determinar qué obras continuarán financiándose y qué proyectos ya licitados no tendrán respaldo.

Weiss ha criticado las medidas anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, respecto al fin de la obra pública, sugiriendo la posibilidad de llevar el tema a la Justicia. Se espera que el anuncio del ministro Ferraro aclare el nivel de avance de las obras que seguirán y aquellas que se dejarán sin respaldo financiero, aún sin definir en las oficinas del ministerio.