La industria turística argentina enfrenta un cambio significativo en 2024 debido a la combinación de políticas económicas y desregulaciones. Por un lado, la implementación de la política de cielos abiertos ha incrementado la conectividad internacional, mientras que, por otro, la apreciación del peso argentino y una menor brecha cambiaria han reducido la llegada de turistas extranjeros. Este contexto ha encarecido al país como destino, alejando a visitantes internacionales y motivando a los argentinos a optar por viajes al exterior, principalmente a Brasil.

Turismo emisivo en auge

El turismo emisivo creció un 30,4% interanual en septiembre de 2024, con 580.700 argentinos viajando al extranjero, mientras que las llegadas de turistas internacionales al país cayeron un 15,9%. Brasil lidera las preferencias con el 16,7% de los viajes al exterior, seguido por Chile y Europa. La devaluación del real, que incrementó la competitividad de los destinos brasileños, y la amplia oferta aérea entre ambos países, con más de 820.000 asientos previstos para el primer trimestre de 2025, han impulsado esta tendencia.

Impacto en el turismo local

El turismo interno también se ve afectado. Según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las estadías promedio durante el invierno cayeron a 4,1 días, y el gasto diario se redujo un 3% en términos reales. Bariloche, Ushuaia y El Calafate lideran las preferencias locales para el verano, pero la ocupación hotelera en categorías de lujo y estándar registró mínimos históricos, con tasas promedio del 49% y 35%, respectivamente.

Estrategias del sector

Empresas turísticas y hoteleras han diversificado su oferta con promociones, descuentos y experiencias integrales para reactivar el turismo local. Sin embargo, las proyecciones para 2024 estiman una caída del 30% en el sector. La implementación de pagos en dólares, que ahorra un 40% en impuestos, también busca facilitar los viajes al exterior.

Desafíos y futuro

El sector enfrenta desafíos regulatorios e impositivos, pero la apertura de cielos y la llegada de nuevas aerolíneas como Paranair generan expectativas de recuperación a largo plazo. La estabilización macroeconómica es vista como un paso hacia la recuperación de la competitividad del turismo argentino, aunque el cambio de preferencias de los viajeros locales y extranjeros marca un panorama de transición.