El Banco Central endureció los controles cambiarios y sorprendió a los bancos en el cierre de agosto

En el último día hábil del mes, la autoridad monetaria lanzó una norma inesperada que limita los movimientos de las entidades financieras en dólares. La decisión se dio en una jornada marcada por vencimientos de futuros.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) cerró agosto con una medida que generó un fuerte impacto en el sistema financiero. A través de la Comunicación A 8311, publicada este viernes 29 de agosto, la autoridad monetaria modificó de manera sorpresiva las reglas para la operatoria cambiaria de los bancos en el mercado spot y endureció los límites a las posiciones en moneda extranjera.

La norma llegó en un día clave: el vencimiento de los contratos de dólar futuro de agosto, conocido como el “día del fixing”. En ese contexto, la decisión del BCRA fue interpretada como un intento por evitar movimientos bruscos en el tipo de cambio justo en el cierre mensual. Sin embargo, las entidades financieras reaccionaron con malestar por el cambio de reglas de último momento.

Entre los puntos principales, la circular establece que desde diciembre la Posición Global Neta Negativa de Moneda Extranjera (PGNME) deberá cumplirse de manera diaria, en lugar de mensual. Además, se fijó que la posición de contado negativa no podrá superar el 30% de la Responsabilidad Patrimonial Computable (RPC) del mes anterior. Pero la modificación más sensible entró en vigencia de inmediato: los bancos ya no pueden incrementar su posición de contado en dólares el último día hábil del mes respecto del saldo previo.

Voceros de la entidad explicaron que la intención es “evitar movimientos especulativos que generen volatilidad en el mercado cambiario”. Sin embargo, operadores de las principales mesas financieras señalaron que el BCRA intervino de forma “arbitraria” y que la medida se conoció cuando las entidades ya habían diseñado su estrategia de cobertura para el cierre del mes.

El trasfondo es una creciente tensión entre el Gobierno y los bancos. Desde la eliminación de las LEFI en julio, el sistema financiero se vio con un exceso de liquidez que el Central buscó absorber mediante mayores encajes y una fuerte presencia en el mercado de futuros. Según estimaciones privadas, el organismo llegó a acumular una posición vendida cercana a los USD 6.300 millones en contratos, un nivel de intervención pocas veces visto durante la gestión de Javier Milei.

El propio mercado de futuros fue protagonista de la anomalía: el contrato de agosto llegó a negociarse a tasas negativas, es decir, por debajo del valor del dólar contado. Especialistas explican que esa dinámica solo puede entenderse por la mano del BCRA, que ofreció contratos a precios más bajos para contener el tipo de cambio.

Con la Comunicación A 8311, la autoridad monetaria refuerza los controles sobre los bancos y busca evitar que se conviertan en actores relevantes en eventuales corridas cambiarias. Si bien el límite de la PGNME no se modificó, sí cambió la frecuencia de control y la posibilidad de ajustar posiciones el último día del mes.

Un analista del mercado sintetizó el malestar con crudeza: “Pasamos todo el mes operando bajo determinadas reglas y nos las cambiaron en el cierre. Es una pulseada política más que económica”.

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