Los inversores seguirán de cerca no solo el resultado electoral, sino también el mensaje que el mandatario local dará después de los comicios, con los posibles cambios en su gabinete.
El foco de los mercados ya está puesto en el día después de las elecciones. Más allá del resultado y la cantidad de bancas que logre obtener La Libertad Avanza, los inversores esperan señales políticas concretas del Gobierno que definan el rumbo económico de las próximas semanas.
Desde hace tiempo, Javier Milei instaló esta elección como una suerte de “plebiscito de gestión”, aunque con el correr de las semanas su discurso viró hacia un tono más institucional, reconociendo el carácter legislativo de los comicios. En ese contexto, lo que el Presidente diga y haga tras los resultados será clave para medir el clima financiero.
“El mercado no observa solo los números, sino la lectura política del lunes. Si el resultado consolida el rumbo o reabre dudas sobre la gobernabilidad”, explicó el economista Mariano Ricciardi, de BDI en diálogo con Infobae.

En los despachos financieros y consultoras, destacan tres puntos que podrían marcar la reacción inmediata de los mercados: el mensaje presidencial del domingo por la noche, la composición del nuevo gabinete y la estrategia de vínculos con el PRO y los gobernadores.
La reciente designación de Pablo Quirno como nuevo canciller, en reemplazo de Gerardo Werthein, fue interpretada como un gesto de continuidad del equipo económico que lidera Luis “Toto” Caputo. Para los analistas, se trató de una jugada preventiva ante posibles presiones políticas, además de un mensaje claro hacia los Estados Unidos y los inversores internacionales.
“El nombramiento de Quirno es una señal positiva, porque combina la visión económica con el respaldo del macrismo. Es una muestra del inicio de una segunda etapa del gobierno libertario”, apuntó un informe del Grupo IEB.
Sin embargo, más allá de la foto del gabinete, el verdadero termómetro estará en la relación del Gobierno con los gobernadores. Según un informe de la consultora PxQ, que dirige el economista Emmanuel Álvarez Agis, “el resultado del domingo definirá el grado de dependencia que tendrá Milei de las negociaciones con las provincias y, por lo tanto, su capacidad para sostener el programa de reformas estructurales”.
Para Milei, la meta de mínima es conservar el tercio de bancas que le permita bloquear iniciativas que amenacen el equilibrio fiscal. Pero el desafío mayor será político: lograr acuerdos que viabilicen sus reformas laborales e impositivas, las más esperadas por los mercados, en un Congreso sin mayorías propias.

De poco servirá un buen resultado si el Presidente vuelve a mostrarse confrontativo con los gobernadores o con el Congreso. En el mercado aún resuena la experiencia de 2019, cuando la reacción de Mauricio Macri tras las PASO aceleró la desconfianza financiera. Esta vez, los inversores esperan un tono institucional y de apertura.
“La debilidad del oficialismo no solo pasa por las bancas que arriesga, sino por su limitada estructura territorial. Si Milei logra ampliar su base política y consolidar acuerdos, podría transformar su liderazgo personal en poder efectivo”, concluyó PxQ.
Las horas posteriores a los comicios marcarán, para los mercados, si el Gobierno ingresa en una etapa de mayor estabilidad o si, por el contrario, se reavivan las dudas sobre la gobernabilidad y la continuidad del programa económico.





Deja un comentario