En una entrevista en el canal de streaming AZZ, el expresidente también se refirió a las causas judiciales en su contra por violencia de género y Nación Seguros.

El expresidente Alberto Fernández reapareció este jueves en una entrevista donde abordó su relación con el kirchnerismo y la situación judicial de exfuncionarios. El ex jefe de Estado solicitó que se le conceda la prisión domiciliaria al exministro de Planificación Federal Julio De Vido, quien se encuentra detenido en la cárcel de Ezeiza.

Fernández fundamentó su pedido en cuestiones humanitarias, argumentando: “Cuando vino la condena contra De Vido, tengo claro que tiene 75 años, diabetes, tiene todas las condiciones para estar en su casa”.

El expresidente insistió que “De Vido merece la prisión domiciliaria” y se encargó de marcar distancia de otros casos de corrupción emblemáticos. En ese sentido, manifestó: “No voy a defender a un señor al que vimos todos tirando bolsos con dinero en un convento”, en clara alusión a José López, exsecretario de Obras Públicas.

Fernández también se refirió a la legalidad de su propia gestión y volvió a rechazar las denuncias por violencia de género realizadas en su contra por la ex primera dama Fabiola Yáñez.

Consultado sobre su vínculo actual con su excompañera de fórmula, Cristina Kirchner, Fernández confirmó el distanciamiento. El exmandatario precisó: “No he hablado con ella. Tenemos diferencias muy claras que creí que las podíamos subsanar pero no pudimos. No tiene sentido volver a hablar. Hay que mirar para adelante. Lo que pasó, pasó”. Relató que la última interacción entre ambos fue durante la asunción de Javier Milei en el Congreso.

En la misma línea, Fernández remarcó que “Cristina no es mi problema hoy, el problema de la Argentina es otro”. Al separar su experiencia en la Presidencia de la de su antecesora, el exmandatario recordó las dificultades internas que debió enfrentar, señalando: “El acuerdo con el FMI fue un quiebre. Se discutió hasta el cansancio”, y destacó que Kirchner contaba con “una mayoría parlamentaria que yo no tuve, ni las peleas internas que yo tuve”.

Finalmente, el ex jefe de Estado también se refirió a la llamada “causa Seguros”, donde se investiga la eventual contratación de intermediarios cercanos a él en pólizas estatales. Fernández sostuvo que la causa “es muy extraña”, aclarando que su imputación se basa en la posible existencia de “negocios incompatibles con la función pública”.

El expresidente concluyó que su voluntad es registrar los detalles sensibles de su etapa de gobierno en un libro, anticipando: “Cuando escriba el libro, que será un registro de la historia, ahí lo van a saber. Pero no es el momento”.