Criticó la reacción de algunos dirigentes en la última semana, después de que el Pincha se opusiera a hacer el pasillo de campeón ante Rosario Central.

Juan Sebastián Verón volvió a expresarse tras la sanción que recibió Estudiantes de La Plata luego del pasillo de espaldas realizado en el partido ante Rosario Central. El dirigente aseguró que, en los días posteriores al incidente, tanto él como gente del club recibieron amenazas por parte de integrantes de la conducción del fútbol argentino.

Según explicó la Brujita, ese fue el motivo por el que decidió hablar recién ahora. “Nos sentimos amenazados y obligados a hacer cosas que no se habían hecho antes”, expresó en diálogo con Radio con Vos.

Verón remarcó que la situación lo sorprendió y que no esperaba ese nivel de hostilidad. Afirmó que le faltaron el respeto a la institución y que su preocupación principal no es el castigo deportivo, sino el clima que se generó alrededor del club. Además, señaló que no responde a ninguna línea política interna ni tiene aspiraciones dentro de la Asociación, descartando versiones que lo vinculaban a futuros cargos.

Sobre el pasillo de espaldas, la Brujita defendió la postura de Estudiantes y sostuvo que la acción fue una forma de manifestar desacuerdo con decisiones que consideraron injustas. Aclaró que la intención nunca fue faltar el respeto al rival, sino marcar una posición frente a lo que entienden como un manejo inapropiado:

“No fue contra Central. Respeto lo que ganó. El gesto fue una expresión de desacuerdo, lejos de faltarle el respeto a nadie”.

Por último, Verón advirtió que esta situación podría no terminar en una simple sanción. Dijo que teme que el conflicto derive en consecuencias más profundas, como fallos arbitrales desfavorables o medidas que afecten el rendimiento deportivo del equipo: “Puede derivar en arbitrajes desfavorables, presiones o hasta en un descenso. Ya está pasando y estamos acostumbrados”.

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