Además de ser presidente de la AFA, el dirigente también preside la firma estatal y lo utiliza como agencia de colocación de familiares y dirigentes amigos de clubes del ascenso

Además de manejar la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia también es presidente de la CEAMSE (Coordinación Ecológica del Área Metropolitana), una empresa del Estado que desde hace ya más de treinta años se encarga de la recolección y gestión de residuos sólidos urbanos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

El “Chiqui” fue designado presidente de la empresa en enero de este año por el gobernador bonaerense Axel Kicillof.

Desde que funge en dicha función, maneja la CEAMSE como si fuera una empresa de su propiedad, con la diferencia de que es una empresa pública sostenida con dinero de los contribuyentes.

En ese marco, Tapia usa a la CEAMSE como una agencia de colocación de familiares y dirigentes de clubes del ascenso del fútbol argentino. No solo a modo de darles trabajo o un importante sueldo extra, sino como una manera de reproducir y consolidar su poder.

Los bendecidos por el “Chiqui” y la varita del pleno empleo

Los favorecidos por el dedo del “Chiqui” han sido su hijo, Matías Tapia, quien también es presidente de Barracas Central, y no se sabe que función cumple en la CEAMSE. Otro familiar bendecido fue su sobrino, Patricio Tapia.

Entre los ubicados por Claudio Tapia desde que arrancó su gestión en la CEAMSE también hay dirigentes de clubes del ascenso, como es el caso de Jorge Milano, quien es presidente de Villa Dalmine, y fue designado en la Unidad de Inspección de la empresa, un cargo para nada menor que tiene entre sus tareas la realización de auditorias en municipios.

Jorge Milano, jefe de la Unidad de Inspección de la CEAMSE y presidente de Villa Dalmine.

Otro dirigente que ocupa un puesto en la CEAMSE es Fabián Lovato, autoproclamado peronista, santelmista y grondonista, según sus cuentas en redes sociales.

Lovato sobresalió en el medio futbolístico del ascenso por acciones polémicas dentro del club San Telmo, donde quiso derrocar a un presidente irrumpiendo en una asamblea con una veintena de barrabravas. En la actualidad, además de ganar un suculento sueldo en la CEAMSE, funge en un importante cargo asociado a las selecciones juveniles de Argentina.

Matías Tapia, el heredero del Chiqui: presidente de Barracas Central y empleado de la CEAMSE.

El poder personal sobre todas las cosas

De esta manera, Claudio “Chiqui” Tapia, además de manejar la AFA como si fuera un caudillo y la usa para una sospechada acumulación de capital tercerizada en financistas cercanos, hace lo propio en la CEAMSE, entidad de carácter público que utiliza de la misma manera en la que usa a la Asociación del Fútbol Argentino, y con una idéntica finalidad: consolidar y perpetuar un poder personal que tiene como base a su familia y dirigentes de clubes adictos a sus favores