El secretario de Coordinación Productiva, Pablo Lavigne, aseguró que la iniciativa es un “sinsentido” e implicaría “tirarse un tiro en el pie”.

El gobierno de Javier Milei cuestionó el proyecto legislativo que busca aplicar un impuesto sobre la emisión de gas metano de las vacas. El secretario de Coordinación Productiva, Pablo Lavigne, sostuvo que la iniciativa, impulsada por una legisladora kirchnerista, es “tirarse un tiro en el pie”.

Lavigne criticó la creación de “impuestos, tasas o tasitas”, señalando que solo añaden incertidumbre para los productores y atentan contra el desarrollo del sector. El funcionario defendió la postura exportadora del país al afirmar que la propuesta va en contra de la alta demanda de carne que existe actualmente en el mundo.

“Están al revés de lo que se intenta hacer. El mundo hoy tiene un déficit brutal de carne y Argentina se puede posicionar como uno de los grandes productores y exportadores de este tipo de bienes. Sería absurdo”, sentenció.

Secretario de Coordinación Productiva, Pablo Lavigne

La controversia surgió luego de que la legisladora de Unión por la Patria (UxP), Lucía Klug, presentara un proyecto para establecer la Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires (TAMBA). El objetivo es aplicar un gravamen a las emisiones originadas por la actividad ganadera y usar los recursos para mejorar la gestión de residuos urbanos.

Lavigne también defendió la posición ambiental de Argentina, remarcando que el país es carbono neutral y podría incluso emitir bonos de carbono. “Me parece que es un sinsentido. Va contra la exportación y contra la producción”, aseguró el secretario, argumentando que el país tiene un perfil agregado favorable en temas de emisiones.

Por su parte, el sector ganadero, a través de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), manifestó su “absoluto rechazo” al proyecto. El presidente de la entidad, Ignacio Kovarsky, advirtió que la iniciativa “no es una ley ambiental, es un impuesto encubierto al trabajo rural”.