Diputados: la oposición mueve fichas para intentar quitarle control a la primera minoría libertaria

En la antesala de la sesión clave en la Cámara baja, distintos bloques negocian alianzas para impedir que el oficialismo libertario capitalice su condición de primera minoría. El debate gira en torno al armado de las comisiones, la conformación de nuevos espacios y las atribuciones que podría concentrar Martín Menem como presidente del cuerpo.

A menos de 24 horas de una sesión determinante, el clima dentro de la Cámara de Diputados es de máxima tensión política. Mientras Martín Menem se encamina a ser ratificado como presidente del cuerpo legislativo, una serie de negociaciones cruzadas buscan evitar que La Libertad Avanza (LLA) traduzca su crecimiento parlamentario en un control efectivo de las comisiones y del funcionamiento interno del Congreso.

En los pasillos del Palacio Legislativo se repite una consigna: el problema no es solo quién preside la Cámara, sino cuánta autonomía tendrá para distribuir cargos clave. En ese marco, la discusión principal pasa por las facultades delegadas que permitirían al titular de Diputados organizar las 46 comisiones sin necesidad de consensuar con los demás bloques.

Desde el oficialismo dan por descontada la reelección del libertario riojano, aunque admiten que el verdadero campo de batalla es el reglamento interno y su interpretación política. “Mientras no tenga atribuciones extraordinarias, la negociación va a seguir siendo colectiva”, señaló a este medio una fuente parlamentaria del peronismo.

La conformación de bloques y posibles interbloques es otra pieza central del tablero. En las últimas horas, la alianza “Provincias Unidas”, integrada por legisladores cercanos a los gobernadores de Córdoba, Santa Fe, Chubut, Jujuy y Corrientes, avanzó en la conformación de un espacio propio que podría ubicarse como la tercera fuerza de la Cámara. Este armado también sumaría a representantes de la Coalición Cívica, Democracia y Encuentro Federal.

De prosperar este esquema, el bloque superaría los 20 integrantes y se transformaría en un actor decisivo a la hora de distribuir presidencias de comisiones y lugares estratégicos. Gisela Scaglia, ex vicegobernadora de Santa Fe, suena como la posible conducción del nuevo espacio.

En paralelo, el PRO y la UCR mantuvieron reuniones para reactivar una sociedad parlamentaria que imite a la vieja arquitectura de Juntos por el Cambio. El problema es técnico pero no menor: de cerrarse bajo el formato de interbloque y no como un bloque unificado, perderían solidez numérica al momento de reclamar posiciones clave. Aun así, en ambos espacios admiten que la reagrupación es la única vía para evitar que el oficialismo avance sin contrapesos.

“El objetivo es claro: que no haya una sola fuerza manejando todas las palancas del Congreso”, explicó un diputado radical que participa de las conversaciones.

Del lado del peronismo, también hay tensiones internas. Aunque a nivel discursivo intentan mostrarse ordenados, aún persiste la incertidumbre sobre el número final de integrantes. La diferencia de uno o dos escaños puede ser decisiva a la hora de disputar vicepresidencias y presidencias de comisión.

Mientras tanto, La Libertad Avanza logró consolidarse como primera minoría tras una serie de movimientos políticos de alto impacto. El caso más resonante fue el quiebre del bloque peronista en Catamarca, donde tres legisladores decidieron conformar un espacio propio bajo el nombre “Elijo Catamarca”, debilitando al kirchnerismo y fortaleciendo al oficialismo nacional. Además, un diputado alineado al gobernador entrerriano Rogelio Frigerio también migró al campo libertario.

Con este nuevo mapa, el bloque de Javier Milei se posiciona como la fuerza con más bancas individuales, pero no logra por sí solo una mayoría estable. Esa debilidad es la que los demás espacios intentan explotar a través de acuerdos transversales.

En el centro del debate se encuentra una cuestión clave: si la distribución de poder se hará tomando en cuenta únicamente a los bloques o también a los interbloques. Desde el entorno de Menem aseguran que se computarán solo bloques formales, mientras que la oposición presiona para que se reconozcan las alianzas parlamentarias, aun cuando no estén inscriptas como unificadas.

La resolución se tomará en la reunión de Labor Parlamentaria posterior a la primera sesión del día, en la que se aceptarán las renuncias de diputados que dejan su banca para asumir otros cargos ejecutivos o provinciales. Recién después, ya con las nuevas incorporaciones, se definirá el esquema final de poder en la Cámara.

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