El Gobierno nacional si habilitará a la provincia de Buenos Aires a refinanciar sus vencimientos actuales.

Tras la aprobación en la Legislatura bonaerense de la solicitud de deuda de hasta $3.685 millones por parte del gobernador Axel Kicillof, el Gobierno nacional anticipó a Infobae que solo autorizará el refinanciamiento de la deuda ya emitida, pero no la obtención de nuevos recursos frescos.

Esta decisión ya habría sido trasladada al bloque de La Libertad Avanza (LLA) para la sesión en la que Kicillof logró el respaldo del peronismo y aliados. La postura del Gobierno se ampara en la Ley de Responsabilidad Fiscal, que otorga la potestad de negarse a la nueva deuda si considera que la provincia atenta contra el equilibrio fiscal o si sus gastos superan la inflación.

El ministro de Economía, Luis Caputo, sostuvo el fin de semana que la provincia de Buenos Aires está incumpliendo la mencionada ley al intentar aumentar el gasto por encima de la inflación o del crecimiento real de la economía.

Caputo precisó la postura de la administración de Javier Milei: “Hay un tema importante: hay una Ley de Responsabilidad Fiscal, que viene de 2004, donde las provincias se comprometen a tomar deuda siempre y cuando los gastos corrientes superen la inflación. Buenos Aires no está cumpliendo con esa regla por lo tanto, técnicamente, lo que es deuda nueva hoy no debiera estar sujeta a aprobación”.

La intención en Casa Rosada es permitir al gobernador “rolloverear”, lo que implica renovar los vencimientos de deuda ya existente, pero sin asumir nuevos compromisos financieros que aumenten el pasivo provincial. Una fuente del ecosistema libertario sostuvo a este medio que “renegociar deuda está bien. Es lo correcto. Lo que hace todo el mundo, siempre y cuando sea a una tasa más barata”.

Por su parte, desde la provincia de Buenos Aires sostienen que la cifra solicitada en la Legislatura es para hacer frente al refinanciamiento, y aseguran que “nada de nada es para deuda nueva”. La definición nacional ocurre en un contexto donde otras provincias como la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba sí lograron tomar deuda con la aprobación del oficialismo nacional.