Quién es la dueña de Finca Karina y cómo llegó a armar un imperio de contrabando

Durante años, un predio clave en Aguas Blancas funcionó como paso ilegal hacia Bolivia sin controles efectivos. Una causa federal expuso la trama familiar, el vacío del Estado y un negocio millonario.

Quién es la dueña de Finca Karina y cómo llegó a armar un imperio de contrabando

Finca Karina es un predio de aproximadamente 18 hectáreas ubicado en Aguas Blancas, sobre la ribera del río Bermejo, en una zona considerada de seguridad fronteriza por la legislación argentina. Pese a eso, durante años funcionó sin controles efectivos y se transformó en uno de los principales puntos de contrabando hacia y desde Bolivia.

Según la investigación judicial, el lugar operaba como una aduana paralela: gomones cruzaban mercadería, se cobraban peajes informales, había puestos de comida y una estructura fija que permitió el movimiento ilegal de cargas a gran escala.

Todo eso ocurrió sin una intervención sostenida de organismos nacionales, provinciales o municipales.

Gladis Salazar, la dueña formal de Finca Karina

La titular registral actual de Finca Karina es Gladis Gloria Salazar, quien figura como argentina, soltera y propietaria de la parcela principal (matrícula 10.383).

De acuerdo a los registros oficiales, Salazar trabaja como técnica farmacéutica en el Hospital San Vicente de Paúl de Orán, un dato que llamó la atención de los investigadores al analizar su capacidad económica.

En febrero de 2025, Gladis Salazar compró la finca a su propio hermano, Alfredo Salazar, por un monto cercano a los 20 millones de pesos. Para la Justicia, se trata de una operación difícil de justificar con sus ingresos declarados.

Hoy es la única imputada que continúa con prisión preventiva en la causa por contrabando agravado y asociación ilícita.

Durante su declaración, Salazar aseguró que «nunca había estado» en el predio, aunque peritajes incorporados al expediente indican que su teléfono celular estuvo vinculado a la zona en reiteradas ocasiones.

Alfredo Salazar, el hermano prófugo y el rol clave

El nombre que aparece como organizador central de la estructura es el de Alfredo Salazar, hermano de Gladis y anterior titular del terreno.

Según la investigación:

  • Es argentino, casado
  • Residiría actualmente en Bolivia
  • Está prófugo de la Justicia argentina
  • Tiene pedido de captura y podría enfrentar un pedido de detención internacional

Para los fiscales, Alfredo Salazar no solo fue el dueño previo del predio, sino uno de los principales responsables del funcionamiento del contrabando, aprovechando su ubicación estratégica y la ausencia de controles.

Cómo funcionaba la red dentro de la finca

La causa judicial reconstruyó un esquema aceitado que operó durante años:

  • Cobro de peajes informales por cada camión o vehículo
  • Tarifas por bulto trasladado
  • Pagos para habilitar puestos de comida y servicios dentro del predio
  • Movimiento constante de mercadería ilegal por el río Bermejo

Las estimaciones oficiales hablan de ganancias cercanas a los 3.000 millones de pesos al año, una cifra que expone la magnitud del negocio y el nivel de organización.

La falta de controles que lo hizo posible

Fuentes del caso insisten en un punto clave: la carencia de actividad estatal.

La naturalización del contrabando como supuesto «trabajo de frontera», sumada a la falta de controles de organismos aduaneros, territoriales y municipales, generó el escenario ideal para que la estructura criminal se consolidara y operara durante años sin interferencias.

El dato no es menor: la finca está ubicada en una zona donde la ley exige controles reforzados, incluso para la compra y venta de tierras, algo que claramente falló.

Situación judicial actual

  • Gladis Salazar continúa con prisión preventiva
  • Varios imputados están en libertad con restricciones
  • Alfredo Salazar sigue prófugo
  • La investigación continúa y no se descartan nuevas imputaciones

Que un predio privado en plena frontera haya funcionado durante años como un centro de contrabando millonario vuelve a poner en discusión el control real sobre las tierras estratégicas del norte salteño.

Lo que hay que analizar hoy es cuántos otros puntos similares operaron, o siguen operando, bajo la misma lógica de abandono y mirada para otro lado

F:Quepasasalta

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