Javier Milei en la cumbre del Mercosur: criticó la burocracia del bloque y avaló la presión de EEUU sobre Venezuela

En Foz de Iguazú, el Presidente argentino lanzó un duro discurso contra el funcionamiento del bloque, al que calificó como “ineficaz y sobredimensionado”. Además, respaldó la estrategia de Donald Trump contra el régimen venezolano.

Javier Milei llegó este sábado a Foz de Iguazú para participar de una nueva cumbre del Mercosur con un objetivo político y económico definido: insistir en la necesidad de flexibilizar el bloque regional y avanzar hacia una mayor apertura comercial.

Desde Foz de Iguazú, Brasil, el mandatario argentino cuestionó de manera frontal el funcionamiento del bloque regional, denunció una “burocracia sobredimensionada e ineficaz” y reclamó una apertura comercial urgente para permitir acuerdos bilaterales con otros países.

Durante su intervención ante los jefes de Estado del Mercosur y los países asociados, Milei sostuvo que el bloque “no cumplió ninguno de los objetivos centrales para los que fue creado” y advirtió que Sudamérica enfrenta una disyuntiva histórica: “adaptarse al cambio o aferrarse a estructuras del pasado”.

“El Mercosur nació para promover el comercio, integrar mercados y elevar la competitividad. Hoy no hay mercado común, no hay libre circulación efectiva ni coordinación macroeconómica. Lo que sí hay es una burocracia que se expandió sobre sí misma”, afirmó el Presidente, en un mensaje que marcó distancia con la postura tradicional de la región.

Apoyo a Trump y advertencia por Venezuela

En uno de los tramos más sensibles de su discurso, Milei celebró abiertamente la estrategia de Estados Unidos frente al régimen de Nicolás Maduro. “La Argentina saluda la presión de los Estados Unidos y del presidente Donald Trump para liberar al pueblo venezolano. El tiempo de los acercamientos tímidos se agotó”, sostuvo.

Además, reclamó la liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo y pidió que el Mercosur acompañe de manera explícita la restauración del orden democrático en Venezuela, en un mensaje que expuso tensiones con algunos gobiernos del bloque, particularmente con Brasil.

La postura del mandatario argentino se dio en un contexto de creciente tensión regional y contrastó con el tono más moderado que intentó imprimir el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien en la apertura de la cumbre afirmó que “el mundo está ávido por acuerdos con el Mercosur”.

Apertura comercial y reforma del bloque

Milei insistió en que el Mercosur necesita una reforma institucional profunda que reduzca costos, elimine trabas internas y permita a los países miembros avanzar con acuerdos comerciales por fuera del bloque. En ese sentido, la Argentina volvió a plantear la necesidad de flexibilizar las normas actuales sin romper la alianza regional.

El encuentro, organizado por Brasil en el marco de su presidencia pro tempore, perdió peso específico tras la confirmación de que no se firmará aún el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.

El escenario no es el que se esperaba a comienzos de la semana. La expectativa inicial era que la cumbre sirviera como marco para anunciar, con presencia de autoridades europeas, la entrada en vigencia del tratado entre el Mercosur y la UE.

Sin embargo, la decisión de Bruselas de volver a postergar la firma —comunicada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen— desinfló la agenda y dejó al encuentro con un perfil más político que concreto.

Pese a que Milei había evaluado la posibilidad de no viajar, finalmente optó por asistir como gesto hacia Brasil, principal socio comercial de la Argentina. En el exclusivo hotel donde se desarrolla la cumbre, el mandatario argentino volvió a coincidir cara a cara con Luiz Inácio Lula da Silva, además de compartir el encuentro con los presidentes de Paraguay, Santiago Peña; de Uruguay, Yamandú Orsi; y de Bolivia, Rodrigo Paz.

Desde la Casa Rosada remarcan que la presencia del jefe de Estado argentino busca reforzar una postura que el Gobierno viene sosteniendo desde el inicio de la gestión: el Mercosur necesita actualizar su funcionamiento para no quedar rezagado frente a un mundo que avanza a mayor velocidad. En ese sentido, la Argentina volverá a plantear la posibilidad de habilitar acuerdos bilaterales sin que eso implique romper el bloque.

El canciller Pablo Quirno ya expuso esa visión en las reuniones previas con sus pares regionales. Según explican en el Palacio San Martín, el reclamo apunta a evitar negociaciones que se extienden durante décadas, como ocurrió con la Unión Europea, y permitir que los países miembros puedan avanzar con tratados comerciales de manera más ágil.

El planteo no es nuevo en la región. Uruguay lo impulsó durante la presidencia de Luis Lacalle Pou y encontró entonces una fuerte resistencia de la Argentina, bajo el gobierno de Alberto Fernández. Hoy, el escenario político es distinto y el Ejecutivo libertario considera que hay margen para discutir mecanismos de flexibilización que convivan con la estructura del Mercosur.

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