El jefe de Gabinete, Sergio Camacho, destacó la ejecución de 500 obras en el año, la reducción estratégica de la deuda y un Estado más eficiente sin recurrir a la «motosierra».
En un contexto económico nacional asfixiante, marcado por el desplome de la coparticipación y la parálisis de la inversión en infraestructura por parte del Gobierno central, la provincia de Salta logró cerrar su sexto año consecutivo con equilibrio fiscal. Así lo confirmó el jefe de Gabinete, Sergio Camacho, a los medios de comunicación. Realizó, además, un pormenorizado balance del cierre de 2025, posicionando la gestión provincial como un modelo de administración ordenada y enfocada en la producción.
Obra pública y deuda: los pilares de la gestión
A pesar de la caída de los recursos coparticipables, el Ejecutivo provincial mantuvo la obra pública como un eje innegociable. Durante 2025 se ejecutaron más de 500 obras, sumando un total de 2.700 desde el inicio de la gestión de Gustavo Sáenz.
«Estamos en una lucha mes a mes para que Nación cumpla con las obras que estaban en ejecución«, señaló Camacho, diferenciando la política local de la nacional. En materia financiera, el balance arroja una reducción significativa de la deuda pública: de los 600 millones de dólares heredados, ya se han amortizado 280 millones, logrando cancelar el Fondo de Reparación Histórica.
Estado eficiente vs. «Motosierra»
Camacho fue tajante al desmarcarse de las políticas de ajuste drástico aplicadas en Buenos Aires. Si bien Salta avanzó en un reordenamiento del Estado, reduciendo secretarías para ganar dinamismo, el Jefe de Gabinete aclaró que no se ha incrementado la planta de empleados públicos, sino que se ha buscado la formalización, especialmente en el área de salud.
«De ninguna manera estamos hablando del concepto libertario de la motosierra. Nosotros estamos empeñados en volver más eficiente al Estado, pero un Estado presente en cada lugar de la provincia», afirmó el funcionario.
El balance también dejó definiciones políticas de peso. Camacho calificó como «absolutamente posible» la continuidad del esquema político actual hacia las elecciones de 2027, imaginando una Salta gobernada nuevamente por Gustavo Sáenz y la capital por Emiliano Durand.
«El gobernador tiene un plan que excede los próximos dos años. Lo veo sano, lúcido y activo«, subrayó, remarcando que el proyecto de Sáenz se distancia tanto del kirchnerismo como de la lógica financiera del actual Gobierno nacional, centrando su atención en el «metro cuadrado» de cada habitante.
Cronica del Noa 
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