Cómo elegir un aire acondicionado: qué mirar además del precio para ahorrar dinero y energía
La ola de calor y las ofertas en 30 cuotas invitan a comprar estos aparatos. Cómo ubicar los más eficientes y adecuados para tu hogar.
A simple vista todos los aires se parecen, pero unos pueden ser mucho más eficientes que otros.
En estos días, las temperaturas agobiantes impulsan a muchos a comprar un aire acondicionado en busca de alivio. La chance de pagarlo hasta en 30 cuotas fijas en pesos a tasa reducida brinda un incentivo extra. Pero, a la hora de elegir, ¿cómo saber cuál es la mejor opción?
Las tiendas de electrodomésticos ofrecen decenas o incluso cientos de modelos, que por fuera lucen muy parecidos. El problema es que por dentro, según los especialistas, las diferencias a nivel técnico pueden ser determinantes.
Y saber interpretarlas es clave, ya que quien se guíe sólo por el precio o por el diseño podría terminar llevando un artefacto poco eficiente en el uso de energía, además de inadecuado para sus necesidades.
Un aire que aunque parezca barato, o tiente con ciertas comodidades, recargará en exceso por 10 o 15 años -toda su vida útil- las cada vez menos subsidiadas facturas de luz.
Para evitar estas sorpresas, y ahorrar dinero y energía a largo plazo, antes de decidirse por un aire aconsejan revisar al menos cuatro detalles básicos, todos ellos disponibles en las etiquetas obligatorias de eficiencia energética que traen los productos. Son los siguientes.
Sobre los aparatos y sus cajas, una etiqueta blanca brinda datos cruciales. Foto: Orlando Pelichotti/Los Andes.
1. La capacidad de climatización
Lo primero es determinar qué tan poderoso es el equipo que se necesita, en términos de capacidad de acondicionamiento. Eso se mide en kW y figura en la etiqueta de eficiencia.
Calcularlo bien es fundamental. Si no, se corre el riesgo de gastar de más en adquirir un artefacto con una capacidad exagerada. O bien de instalar un aire demasiado chico, que trabajará sobreexigido y tardará más de lo deseable en atemperar el lugar.
«La capacidad recomendable del equipo depende del tamaño de la habitación a climatizar», indica la guía para compradores de Topten Argentina, un sitio de la Fundación Vida Silvestre que enseña a ahorrar energía al adquirir y usar electrodomésticos.
Allí ofrecen también una tabla de referencias:
- Para una habitación de 8 a 13 m2: se precisa un aire con 2 a 2,3 kW de capacidad.
- Para 14 a 20 m2: un aire de 2,8 a 4 kW.
- Para 20 m2 a 28 m2: un aire de 4 a 5,5 kW.
- Para 28 a 35 m2: un aire de 5,5 a 7,5 kW.
Según aclaran, a su vez, la capacidad necesaria podrá variar en función del clima de la zona. Y crecerá según cuántas ventanas haya y qué superficie ocupen, dado que estas aberturas reducen la capacidad de aislamiento térmico de los ambientes.
«Siempre es mejor consultar a un profesional sobre el mejor equipo que responda a las necesidades y a las características de las habitaciones a climatizar», sugieren desde Topten Argentina.
Antes de comprar un equipo hay que asegurarse de que su potencia esté en línea con lo requerido. Foto Shutterstock.
2. La clase de eficiencia energética
Todos los acondicionadores que se venden en la Argentina deben llevar obligatoriamente una etiqueta normalizada que califica con una letra su nivel de eficiencia energética.
En otras palabras, lo que informa este pequeño sticker es si el aparato que lo lleva es de los que más electricidad gastan para ofrecer la misma cantidad de frío, o si está entre los más ahorrativos, o bien en algún punto intermedio.
Hasta hace poco se usaba para mostrar esto una escala que incluía las clases D (para la mínima eficiencia), C, B y A (para la máxima eficiencia). Pero, por los avances tecnológicos, para los aires divididos o split una nueva norma IRAM agregó en 2019 las clases A+, A++ y A+++, lo cual está llegando de a poco a las góndolas.
«En diciembre de 2021 los aires acondicionados certificados con la etiqueta de eficiencia energética vieja comenzaron un período de transición hacia la nueva versión que finaliza este mes (diciembre de 2022)», explicó a Clarín el IRAM.
«A
partir de esta fecha, no podrán ser fabricados ni importados equipos
con el etiquetado anterior. De esta manera, sólo quedará en el mercado
el stock remanente que poco a poco irá extinguiéndose», aclaró.
3. La eficiencia energética en modo calor
Actualmente, en el país, está prohibida la venta de aires acondicionados con niveles de eficiencia menores a A para el modo frío.
Para el modo calor, sin embargo, el Gobierno admite la venta de acondicionadores calificados con las letras C y B, que en invierno consumen mucha más energía que los A. Y en el mercado aún se ofrecen numerosos aires con eficiencia A-C: es decir, A o superior en frío pero C en calor.
Por eso, quienes planean usar el equipo también para calefaccionar harían bien en buscar y tener en cuenta este dato, que figura en la etiqueta de eficiencia pero en un lugar secundario, sin colores y no tan destacado como el grado de eficiencia en refrigeración.
4. La tecnología del compresor
Según Salvador Gil, doctor en Física experto en consumos de energía y docente de la UNSAM, hoy los aires acondicionados más eficientes y aconsejables de adquirir son los etiquetados como clase A o superior tanto en frío como en calor, y que además funcionen con la tecnología Inverter.
¿Cuál es la diferencia? Que los tradicionales tienen compresores de tipo on-off, que se encienden y apagan: pasan una y otra vez de funcionar a plena potencia (hasta alcanzar la temperatura deseada) a quedarse quietos (cuando lo logran).
Los Inverter, en cambio, una vez que arrancan, funcionan de modo continuo, sin parar, modulando la intensidad, lo que resulta mucho más eficiente.
De esta manera, según Gil, logran mantener la temperatura deseada ahorrando 35% a 50% de la energía frente a un equipo convencional equivalente.
f: Clarín
Por decisión unánime Jake Paul se quedó con la pelea frente a Mike Tyson
16 noviembre, 2024La estricta dieta de Franco Colapinto para competir en la Fórmula 1
16 noviembre, 2024