Tras el ataque a balazos contra micros del Servicio Penitenciario en Santa Fe, se realizó una impresionante requisa sorpresa en el complejo de Piñero.

El ataque a balazos contra dos micros que trasladaban a 100 efectivos del Servicio Penitenciario de Santa Fe impulsó la realización de dos requisas sorpresivas en el Penal de Piñero, donde se encuentran alojados presos de “alto perfil” relacionados con el narcotráfico en la ciudad de Rosario. 

Estos procedimientos fueron realizados por Grupos Tácticos Especiales y sus imágenes han sido comparadas con las acciones de control en los establecimientos penitenciarios que lleva a cabo el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.

Las requisas se realizaron como respuesta al ataque a balazos perpetrado el último sábado contra los dos micros que trasladaban personal del Servicio Penitenciario, el cual además resultó con un empleado herido. Este ataque se suma a una serie de incidentes violentos contra el personal y funcionarios de la provincia, incluyendo balaceras y amenazas.

En el lugar del ataque se encontró un letrero en el que los agresores exigían la flexibilización del régimen de los presos de alto perfil, endurecido por el gobernador Maximiliano Pullaro. 

Las imágenes de las requisas, donde se ve a los presos con sus torsos desnudos, sentados y con las manos atadas por la espalda, fueron difundidas por el gobierno de Santa Fe y recuerdan al estilo de comunicación utilizado por Bukele en El Salvador.

El mensaje que acompaña las fotografías, publicado en la cuenta de Instagram del gobernador Pullaro y el ministro de Seguridad provincial, Pablo Cococcioni, advierte a los presos que “cada vez la van a pasar peor”.

Desde que comenzó la gestión de Pullaro, el pasado 10 de diciembre, el ministerio de Seguridad santafesino dispuso un plan de requisas sorpresivas que se realizan de forma aleatoria en todas las Unidades de la provincia.

Hasta el momento, ya se realizaron más de 500 con diversos resultados. “El objetivo es formar un segundo anillo de control sobre aquellos reclusos que intentan ejercer violencia en las calles desde la cárceles”, indicaron voceros de la gobernación.

“Desde las cárceles salen las órdenes para hacerle la vida imposible a los santafesinos. Se terminó el tiempo de home office liberado, sin control y con empleados penitenciarios que eran apercibidos si molestaban a los presos”, apuntó el ministro de Seguridad santafesino en alusión a las liberaciones que se llevaron a cabo en la pandemia durante el gobierno de Alberto Fernández.

En este sentido, sostuvo que no van a “retroceder ante las amenazas”. Y añadió: “Tenemos el mandato del pueblo santafesino para restaurar la tranquilidad de los vecinos”.

Finalmente, Cococcioni aseguró que no aceptarán “ninguna extorsión” de personas presas y advirtió que “si no lo entienden, cada vez la van a pasar peor”.