viernes, noviembre 8

A un mes de la muerte de MahsaAmini crecen los reclamos por más libertad enIrán y aumenta la represión

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Nota extraída de TN por Gonzalo Bañez

Las marchas son encabezadas por los jóvenes en distintos puntos del país. Los analistas no esperan que haya grandes cambios en el corto plazo.

“Vida, mujeres y libertad”. Este es el grito que resuena en las calles de Irán, que vive una de las movilizaciones más masivas desde que en 1979 la Revolución Islámica se hizo con el poder. Detrás de esta consigna se esconde no sólo el pedido por más libertades para las mujeres, sino la flexibilización de un sistema social antiguo para los tiempos que corren.

La gota que rebalsó el vaso fue la muerte de Mahsa Amini, una joven de 16 años que fue detenida por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico y que falleció tres días después tras haber quedado en coma. La indignación estalló al instante. Miles de mujeres empezaron a cortarse el pelo. Se sacaron el velo dentro de las escuelas en forma de protesta y otros tantos jóvenes se solidarizaron.

La respuesta del gobierno iraní fue clara y concisa: represión. Según relevó la ONG Iran Human Rights (IHR) el accionar de las fuerzas de seguridad que responden a los ayatolas ya dejó un saldo de más de 200 muertos. “Son zonas de batalla, usan armas de grado militar”, detalló a la CNN un manifestante que no fue citado para evitar represalias.

Sucede que, a pesar de las manifestaciones, muchos le temen a la Fuerza Disciplinaria de la República Islámica de Irán, como se llama a la Policía uniformada. Las cifras no son oficiales, pero la cantidad de detenidos y fallecidos ya superaría a los de las históricas marchas en 2018. Quienes marchan lo hacen para rechazar este control policial y para exigir cambios sociales muy arraigados en el seno de la Revolución.

El velo como símbolo de lucha

Unas 40 millones de mujeres tienen la obligatoriedad de usar el velo islámico cada vez que salen a la calle y caminan en público. Es una medida que instauró la revolución encabezada por el ayatolá Ruhollah Jomeini allá por 1979. Quienes no cumplan con esta medida, están expuestas a fuertes sanciones y arrestos, como el que sufrió Mahsa Amini.

A un mes de la muerte de Mahsa Amini crecen los reclamos por más libertad en Irán y aumenta la represión

En los últimos años dentro del seno de Irán hubo un nuevo giro hacia un conservadurismo más fuerte. El gesto más claro fue la elección de Ebrahim Raisi como presidente de la república en 2021, después del mandato del más moderado Hasán Rohaní. “El actual mandatario incluso intensificó el reglamento de las mujeres”, explicó a TN el analista especializado en Medio Oriente Ezequiel Kopel.

En las masivas manifestaciones que se dan en distintas ciudades de Irán las mujeres piden no sólo dejar de ser perseguidas por este tipo de normas, sino que también quieren tener la libertad de elegir si quieren usar o no el velo. Muchas familias religiosas prefieren seguir usándolo. Pero es una cuestión de elección y no de imposición.

La nueva generación encabeza las protestas

No es casualidad que algunas de las imágenes de reclamos y concentraciones se hayan dado en escuelas o universidades. Son los más jóvenes quienes encabezan las movilizaciones. “Es una generación que no se encuentra representada por los valores y preceptos religiosos del sistema política iraní”, detalló en diálogo para este artículo Paulo Botta, director del programa de Medio Oriente de la UCA.

Son los nietos de la revolución islámica, que a través de internet ven en el exterior la libertad no tienen puertas adentro y reclaman por ella. Como explica Botta, es por eso que además del simbolismo del velo también piden que haya más interacción entre mujeres y hombres en espacios públicos y otros ámbitos. Por eso el gobierno se ocupa de cortar las conexiones a internet.

En ese sentido, Kopel levanta un interrogante sobre la participación de los jóvenes en las protestas: “Podría significar un problema para el futuro de las movilizaciones, porque se están circunscribiendo a un ámbito acotado que incluso para el gobierno iraní será más fácil de reprimir”. Restará ver si, como otro pronostican, este movimiento no se transforma en uno social que cruce a toda la sociedad.

El rol de las mujeres en Irán

Contrario a lo que se puede llegar a pensar, las mujeres tienen una gran participación en las universidades y carreras de posgrado, donde incluso muchas veces son mayoría. También están integradas en todos los sectores productivos. Pero, como puntualiza Paulo Botta, “las reglas sociales en Irán están pensadas para que tengan un papel secundario”.

A un mes de la muerte de Mahsa Amini crecen los reclamos por más libertad en Irán y aumenta la represión

Ahí es donde se produce uno de los principales choques. Mujeres muy capacitadas, con estudios y posibilidades que ven cómo el régimen político de los ayatolas las relega a un segundo plano. “Es una brecha en cuanto al nivel educativo y el status social que se les da”, agregó el experto en Irán.

Es claro. Las normas que rigen actualmente en Irán se configuraron en 1979 junto con la Revolución, donde la sociedad era otra e incluso las mujeres estaban mucho menos educadas, puntualiza Botta. Hoy, la situación es distinta. No sólo el uso de internet abrió fronteras que antes no existían, sino que la integración social impulsa reclamos para un reconocimiento que no está presente.

En qué pueden derivar las protestas

El gran interrogante que se abre es: ¿pueden los reclamos lograr algún tipo de cambio en el sistema político y social de Irán? Los analistas consultados coinciden en que esto es difícil que suceda.

La Revolución Islámica no está en peligro, la elite económica está unida y la de seguridad también”, puntualiza el analista Ezequiel Kopel, para luego agregar: “Los ayatolás pueden estar en riesgo cuando las fuerzas de seguridad se rehúsen a reprimir”. Claramente esa no parece ser la situación actual, sino todo lo contrario.

Por su parte, Botta reconoció que “es difícil pensar que el gobierno iraní vaya a ceder en reformas” porque “en base a las experiencias recientes, es difícil pensar que las marchas logren obtener resultados en el corto plazo”.