Con la segunda inflación más alta del mundo, la nación gobernada por el Frente de Todos fue el único del grupo de emergentes que entró en recesión.

Un nuevo y triste record para la Argentina en materia económica ya que dentro del grupo de los 20 países emergentes fue el único que entró en recesión y que posee la segunda inflación más alta del mundo.

Así lo evaluó en su informe anual de la consultora internacional Moody’s, que en su Panorama Macro Global (Global Macro Outlook), indicó que existe una perspectiva de desaceleración del crecimiento en los países centrales y también de aquellos en vías de desarrollo, con un apartado especial para la Argentina y Turquía.

“Turquía y la Argentina son las economías del G-20 que destacan por sus perspectivas económicas altamente inciertas. Aunque la inflación debilita a ambas, sus perspectivas de crecimiento son muy diferentes”, señala el informe.

Además, señala que para el país gobernado por el Frente de Todos, se prevé una caída aun mayor y una pronunciación de la recesión. A diferencia de la nación turca, donde la actividad también se ralentiza pero sin caer en recesión y se prevé que la inflación ceda.

“La economía argentina sigue desmoronándose. Esperamos que se contraiga en 2023-24 en medio de una inflación galopante y un peso persistentemente sobrevalorado. La estabilización económica es cada vez más difícil de prever y dependerá crucialmente de las políticas del nuevo gobierno tras las elecciones generales de noviembre”, agrega el documento.

Es que en sus proyecciones, los analistas de la consultora internacional sostienen que la economía caerá 3,5% y otro 2,5% en 2024, con lo cual se convertirá en la única de los países que integran el G20 en no sólo no va a crecer, sino que tiende a achicarse.

Respecto a la estimación de la inflación para la Argentina, la firma radicada en Nueva York, señala que se espera un 147,4% para el cierre de este año. Mientras que para 2024 el salto en el índice de precios será del 272%. Recién comenzando a desacelerarse en 2025 con un cálculo a futuro del 222,5 por ciento.