Batería de medidas tras el golpe de la inflación: Massa quema las naves para llegar al balotaje
Sin el condicionamiento del FMI, el ministro pone en juego nuevas medidas económicas para aumentar sus chances en las elecciones de octubre i
Apenas tres horas después de que el INDEC informó la peor inflación mensual de los últimos 32 años, Sergio Massa ensayó un contragolpe que intenta paliar parcialmente el terrible impacto de la aceleración inflacionaria.
El ministro de Economía y candidato presidencial por el oficialismo sabe a la perfección que sus chances quedan menguadas por el severo golpe al bolsillo de millones de argentinos tras la devaluación post PASO. Por eso se encarga de deslindar responsabilidad y pasarle la culpa al FMI.
Alertado de una inflación que este mes volvería a tener dos dígitos, el titular del Palacio de Hacienda decidió mostrar una reacción ante lo dramático de la situación.
En una primera instancia, pensó que los congelamientos en los precios de algunos servicios regulados -desde el transporte público hasta las tarifas de luz gas; hasta los acuerdos con las empresas de medicina privada- alcanzarían para mostrar una moderación del IPC.
Los últimos relevamientos internos y de algunas consultoras lo convencieron de que no sería así. El arrastre inflacionario que viene de agosto es muy elevado. Y, además, los alimentos volvieron a liderar las subas de precios.
Inconcebible para un candidato del oficialismo que, encima, es el ministro de Economia.
La disparada de la inflación motivó una nueva batería de medidas económicas de parte de Massa.
Nuevas medidas económicas y la disputa con la oposición
Massa, que a comienzos de esta misma semana percibió de que podía ganarle la agenda pública a la oposición de Juntos por el Cambio tras el anuncio del beneficio en el impuesto a las Ganancias, ahora fue por más.
En esa oportunidad aprovechó el infantilismo de Patricia Bullrich -que lo desafió públicamente a otorgar la mejora en Ganancias inmediatamente, en lugar de aguardar al año 2024-, algo que el ministro aprovechó para hacer el anuncio que le pedían desde la vereda de enfrente ya dejar contrariada a la candidata.
A esta altura, a Massa ya no le importa el incumplimiento de las metas fiscales firmadas con Kristalina Georgieva. Con los DEGs en las reservas, que le aseguran el repago de los próximos vencimientos con el FMI, ahora decidió dar rienda suelta al gasto público.
El propio ministro-candidato lo admitió en las últimas horas: debe apurarse porque después del 26 de este mes ya no podrá utilizar su cargo para anunciar medidas de campaña.
Las advertencias de que este impulso del gasto y, seguramente, de la emisión de pesos redundará en una aceleración inflacionaria son desatendidas por el ministro-candidato. En caso de ganar y convertirse en el próximo Presidente, ya tendrá tiempo para enmendar la distorsión macro. O no.
Con lo de ayer a la tardecita -la devolución del IVA en productos de la canasta básica para monotributistas, trabajadores en dependencia y jubilados-, apunta a un beneficio acotado para los consumidores, que ya tienen registro de que una medida similar existió hasta diciembre de 2016. Otra vez el tono de campaña: se trata de una medida que había dado de baja Nicolás Dujovne, apenas debutó al frente del Palacio de Hacienda reemplazando a Alfonso Prat Gay.
Con las metas del FMI ya dejadas de lado, Massa incrementa el gasto.
Lo que viene: economía y política
En las próximas jornadas habrá más anuncios. Seguramente, una mejora para los autónomos y también para los monotributistas, que quedaron al margen de la suba del piso del mínimo no imponible de Ganancias.
Otra vez, Massa hará todo lo que tenga a mano para mejorar sus chances rumbo al 22-O y, eventualmente, hacia el 19-N.
El verdadero problema que tiene es que nada de lo que anuncie logrará compensar la caída del poder adquisitivo de la gran mayoría de la población.
El anuncio de Ganancias apuntó a la «crema» de los asalariados formales -acaso una medida más de conciliación con la CGT que a una verdadera medida social- mientras que lo dispuesto ayer martes tendrá un tope de $18.000 mensuales por cada adulto con ingresos más o menos registrados.
Puede ser una ayuda relativa, pero de ninguna manera una compensación por el golpazo inflacionario.
Massa avanza en una semana carga de medidas de alivio y marcada por un alarmante dato de inflación.
La rosca
En las filas del ministro entienden que si llegan a la segunda vuelta, ahí se iniciará otro partido. Bien distinto al que disputan ahora, básicamente con JxC, para clasificar al balotaje.
En ese momento, llegado el caso, habrá una disputa cara a cara con Milei. Al menos, ese es el escenario que prevén los asesores del tigrense: sacarse de encima ahora a Bullrich para recién después confrontar con el libertario.
Para eso, para ver la foto del 19N, falta demasiado tiempo para una Economía estallada como la argentina.