miércoles, octubre 23

Cómo aprender a alejarte de la gente tóxica

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Cómo identificarlas y gestionar estas relaciones

Las personas tóxicas pueden encontrarse en cualquier ámbito. Suelen presentar uno o varios de estos rasgos: son egocéntricas, tienen una visión pesimista, no tienen conciencia de sí mismas, ocupan un papel de víctimas, son infelices, no se alegran de los logros de los demás y son envidiosas.

La clave está en identificarlas para huir de ellas o lograr que su presencia no cause un efecto negativo en tu vida en los planos físico, mental y emocional. Para gestionar estas situaciones y mejorar tu bienestar, estos son algunos consejos:

Gestión de las emociones: buscar ayuda profesional puede ser la mejor opción para huir de este tipo de relaciones. Sin embargo, hay otras opciones que podés combinar o usar como alternativa. Un ejemplo es recurrir al mindfulness, una técnica de meditación y relajación que te ayudará a hacer frente y aceptar aquello que no podés cambiar y, además, es uno de los hábitos cotidianos recomendados para poder tener un buen día.

Intentar ignorarlas: en algunos casos, será imposible evitar el contacto. Entonces, deberás ser paciente y aprender a morderte la lengua, para no permitir que su veneno forme parte de vos. Es importante que identifiques hasta qué punto te merece la pena responder o si eso te va a provocar un malestar aún mayor.

Evitá el contagio: mantener una distancia emocional es esencial. Esto requiere conciencia y saber controlar tus emociones. Sin embargo, si en algún momento sentís la necesidad de responderle y darle un freno, hacelo.

Sé compasivo: en ocasiones, este comportamiento tóxico surge de la necesidad de enfrentarse a una situación personal difícil. Con este tipo de individuos, tiene sentido ser simpático, sin seguirles el juego y marcando ciertos límites, pero entendiendo la situación con compasión. Esto no solucionará todo, pero muchas veces ayudará a verlo desde otra perspectiva y gestionarlo mejor con vos mismo.

Defendé los límites: quienes no saben decir que no, tienen más opciones de dejarse influir por quienes van a ofender, por eso, es tan importante saber usar el “sí” y el “no” y aprender a poner límites a los demás.

Mejorá tu autoestima: para alejarte no debés pedir permiso; basta con fortalecer tu autoestima y liberarte de la gente nociva. Esto es importante para que sepas identificar dónde querés poner tus límites y hasta dónde estás dispuesto a ceder ante ciertos comportamientos o actitudes. No siempre tenés que ignorar y mirar hacia otro lado, si sentís que necesitás poner un límite directamente, con respeto, debés hacerlo.

Parece fácil reconocer el perfil de un individuo tóxica desde fuera, pero la situación se complica cuando son de tu entorno cercano, ya que en esos casos se tiende a justificar o a ignorar las actitudes, pero probablemente sea cuando más daño provocan. Por eso es fundamental partir de la base del autocuidado. Si creés que alguien de tu entorno, o incluso vos mismo, está convirtiéndose en una persona tóxica, no dudes en buscar ayuda de profesionales para poder gestionarlo de la forma más adecuada.