viernes, abril 26

Cómo dejar de sentirse culpable por todo

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Consejos para cuando nos invade constantemente este sentimiento

El sentimiento de culpa es una emoción destructiva y las situaciones que lo desencadenan son múltiples, pero el factor que lo mantiene vivo es siempre el mismo: no somos capaces de perdonarnos. A continuación, algunas claves para dejar de sentirte culpable por cualquier cosa:

– Buscá las causas de la culpa y actuá en consecuencia. En realidad sentirse culpable no es del todo negativo, puede ser una señal que nos permita aprender de nuestros errores y crecer. Si nos sentimos culpables porque le hemos dicho algo ofensivo a alguien o porque le dedicamos demasiado tiempo al trabajo y muy poco a la familia, es un signo de alarma que indica que debemos detenernos y reflexionar sobre lo que estamos sintiendo. Esta sería una “culpa sana” pues conduce a un cambio positivo, siempre y cuando ajustemos nuestro comportamiento.

– Asumí tu cuota de responsabilidad. En este punto, más que hablar de culpa, una palabra que tiene un significado cultural negativo, sería mejor hacer referencia a la responsabilidad. Analizá la situación: ¿hasta qué punto tu comportamiento o palabras han influido? ¿Qué podías hacer para evitar el daño? ¿Te comportaste de forma consciente o cometiste un error sin querer? A menudo en la base de la culpa se encuentra la creencia de que podemos controlarlo todo, pero en realidad el grado de incertidumbre que existe alrededor es alto y hay muchos factores se escapan de nuestras manos.

– Aceptá el error y aprende de él. No tenemos la posibilidad de cambiar el pasado pero podemos transformar el presente. Todos nos equivocamos, pero lo importante es aprender de los errores para no volver a cometerlos. En vez de sentirte culpable por lo que has hecho, encontrá alguna manera para reparar el daño. Si no hay forma de subsanarlo, simplemente continuá adelante con la certeza de que no lo volverás a cometer.

– Hablá de tus sentimientos. No niegues la culpa y todos los sentimientos negativos que suelen estar asociados a ella, porque solo lograrás pasarlos a un segundo plano pero continuarán ejerciendo influencia sobre vos. Lo ideal sería que hablases con otros sobre cómo te sentís, probablemente te darán nuevas perspectivas sobre la situación que no habías considerado antes y que darán pie a reflexiones más profundas.

– Perdonate. Es fundamental para poder seguir adelante. Un ejercicio es imaginar que tenemos dentro nuestro a un niño pequeño. ¿Qué le dirías? De seguro no le recriminarías constantemente haciendo crecer la culpa, lo más probable es que le dieras cariño y le dijeras palabras de aliento.

– Buscá ayuda psicológica. Si no podés dejar de sentirte culpable, buscá la ayuda de un psicólogo, que te ayudará a procesar de otra forma lo que pasa, viéndolo desde un plano objetivo y sin juzgar.

Fuente: El Prado psicólogos