Nota extraída de TN por Sebastián Aulicino
La tensión entre la titular del partido y el jefe de Gobierno porteño no para de crecer al ritmo de las disputas de Juntos por el Cambio en las provincias. El expresidente hace su juego: mantiene la indefinición de su candidatura y evita quedar pegado en los cruces.
“Se terminó la guerra fría y se pasó a las acciones”, grafica uno de los hombres más cercanos a Patricia Bullrich. Con las internas en las provincias como síntoma más que como consecuencia, el PRO entró en convulsión por la pelea entre la titular del partido y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Mientras tanto, Mauricio Macri se muestra activo y se reúne con los presidenciables, pero -sin definir su candidatura- se mantiene a distancia y evita jugar de árbitro.
Algo de contexto: en la última semana, Juntos por el Cambio se fracturó en Salta, se volvió a recomponer y se volvió a fracturar, todo con el PRO como protagonista. Como contó TN, el partido tiene dos interventores en la provincia, Alejandro Ávila Gallo (del sector de Bullrich) y Antonio De Marco (del sector de Rodríguez Larreta). Entre negociaciones con el radicalismo, Bullrich decidió darle poder a Ávila Gallo para que firme al PRO dentro de la alianza de la UCR y el Frente Popular, que lidera un dirigente ligado al gobernador oficialista.
El larretismo entonces reaccionó fuerte: Eduardo Macchiavelli, armador político del mandatario porteño y secretario General del PRO, convocó de urgencia -vía chat- a una reunión del Consejo Nacional. Sin presencia de los integrantes bullrichistas, la mayoría de los consejeros invalidaron la jugada de la propia presidenta del partido y determinaron que los interventores deben ser definidos por el Consejo. Es decir, la desautorizaron y pusieron límites a sus márgenes de poder.
La decisión también corrió para la interna opositora en Tierra del Fuego: como informó este medio, mientras el PRO local amenazaba con jugar por fuera del armado cambiemita local, Bullrich corrió al interventor en la provincia y lo reemplazó por su vice en la estructura partidaria nacional, Federico Angelini, quien firmó la inclusión del PRO dentro de Juntos por el Cambio con la UCR, e MID y la Coalición Cívica. La pelea llegó incluso a la Justicia.
En toda esta disputa, Mauricio Macri se mantuvo prudentemente al margen. El fin de semana participó de un Zoom con Patricia Bullrich y parte de su equipo político. En el entorno de la titular del PRO aseguraron que el expresidente “avaló completamente” la maniobra en Salta. Pero en el sector que comanda el jefe de Gobierno afirmaron luego que el exmandatario dio “libertad de acción” a sus consejeros, que votaron en su mayoría a favor de invalidar la jugada.
“No hay nadie que pueda ordenar esto a no ser que Mauricio tuviera intención de, como fundador del PRO, intervenir. Pero él no parece muy incómodo con que Horacio y Patricia se peleen, en todo caso le viene bien. Y Patricia no quiere un padre que ordene, porque sería reconocerle el liderazgo”, dijeron cerca de la titular del partido.
“No está claro que Macri pueda ser un factor ordenador. Pero, además, sabe que no le conviene jugar abiertamente y arriesgarse salir derrotado en ninguna disputa dentro del PRO. Lo complicaría en su juego de negociaciones en caso de que no compita. Por lo mismo algunos creemos que, si no es candidato, va a hacer gestos pero no va a apoyar abiertamente a un candidato”, interpretaron en el armado larretista.
En ambos sectores coinciden en que Bullrich y Larreta atraviesan uno de los peores momentos en su relación política. La situación, entienden, solo amenaza con agravarse en las próximas semanas, cada vez más cerca del cierre de alianzas y listas, mientras cada uno busca sumar dirigentes a su armado entre los socios de Juntos por el Cambio, especialmente en el radicalismo.
Macri regresó el sábado de Europa, el lunes recorrió Rosario donde dejó mensajes para la interna opositora local y este miércoles se reunió con María Eugenia Vidal, la otra referente del PRO anotada en la candidatura presidencial. Según informaron voceros de la exgobernadora, el expresidente no dio señal sobre su propia candidatura, ni anticipó su futuro electoral. Cualquier definición llegará entre la segunda quincena de abril y mayo.
El viernes, el exmandatario tendría un encuentro con Rodríguez Larreta. En el Gobierno porteño aseguran que conversan regularmente y que no se prevén grandes definiciones electorales en esta próxima reunión. Macri también se vería con Patricia Bullrich en los próximos días -o la próxima semana-, aunque hasta este miércoles aún no había fecha confirmada.
Este fin de semana, los cuatro referentes principales que tiene el PRO podrían haber encontrado un escenario propicio para una foto de unidad. Probablemente, no sucederá: el sábado Vidal se casa con Enrique “Quique” Sacco y realizará una ceremonia “pequeña” para los más cercanos a la pareja. Macri y Larreta fueron invitados. Según indicaron en el equipo de la exmandataria bonaerense, Bullrich no está en la lista de asistentes.
“Invitó a sus amigos. Mauricio y Horacio son sus amigos. Patricia no es amiga de Vidal. Es una fiesta chica, íntima, donde invita amigos, no a relaciones políticas, eso es lo que dicen”, comprendieron en el entorno de la presidenta del PRO.
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