lunes, septiembre 30

Créditos, insumos militares y obras clave en energía: la estrategia china para ganar influencia en Argentina

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El gigante asiático intensificó su presencia en el país a través de múltiples proyectos y millones de dólares en financiamiento. Las áreas más sensible y la advertencia de Estados Unidos por el avance de Beijing

La presencia de China en América Latina es cada vez más fuerte. Los multimillonarios desembolsos en dólares para infraestructura seducen a una región que necesita de capitales para sostener un económico mínimo y un intercambio comercial aceptable para las arcas públicas.

En las últimas décadas las autoridades del gigante asiático se propusieron pisar fuerte en esta parte del mundo y borrar el histórico dominio de Estados Unidos, tal vez distraído con otras preocupaciones globales en Europa, Asia y Medio Oriente.

En términos comerciales, Xi Jinping logró varias victorias. China se convirtió en el segundo socio comercial de la Argentina y en el primero de Brasil y Chile, los principales países de la región. En algunos casos, como con Brasil, inclusive logró superar a Estados Unidos.

En este contexto, la Argentina fue y es testigo de una de las políticas de desembarco más intensas que Beijing tiene en América Latina: un “arsenal” de proyectos y propuestas que incluyen desde al sector nuclear, pasando por la provisión de insumos militares hasta obras clave que se enmarcan, muchas de ellas, en la llamada nueva Ruta de la Seda.

Las promesas de millones de dólares en infraestructura

Desde febrero del año pasado la Argentina forma parte del programa más ambicioso que el Partico Comunista Chino tiene en el mundo. Es la llamada nueva Ruta de la Seda, desde la cual Beijing promete desembolsar millones de dólares para la construcción y desarrollo en infraestructura en los países beneficiados.

Las represas Néstor Kirchner y Gobernador Cepernic en Santa Cruz son consideradas estratégicas para la Argentina y cuentan con el financiamiento chino (Foto: Represas Patagonia)
Las represas Néstor Kirchner y Gobernador Cepernic en Santa Cruz son consideradas estratégicas para la Argentina y cuentan con el financiamiento chino (Foto: Represas Patagonia)

Durante aquel viaje de Alberto Fernández a la capital china se firmó el acuerdo en el que se incluyeron 14 obras. “No es ningún secreto que a través del desembolso de dinero los países también buscan ganar influencia política”, analizó ante TN el embajador Diego Guelar, quien estuvo a cargo de la representación argentina en Beijing y Washington.

Esas obras se sumaron a la del listado que ya se estaba trabajando anteriormente en el marco del Diálogo Estratégico para la Cooperación y la Coordinación Económica (DECCE). Allí sí hay proyectos que se pusieron en marcha, como el de las represas en Santa Cruz, o que el Gobierno espera que se activen en el corto plazo, tal el caso del acuerdo para mejorar los servicios de trenes en la Línea Roca y Belgrano Cargas.

El caso de las represas Gobernador Jorge Cepernic y Presidente Néstor Kirchner puede resultar emblemático en esta relación económica con China. El contrato comercial se firmó en 2014, se esperaba que la obra demorara entre 6 y 8 años y hoy se encuentra cerca del 40% del desarrollo con menos giros de los que se había previsto.

La administración de Alberto Fernández considera que esta es una obra estratégica al punto que, ante la falta de los dólares chinos, el propio Estado nacional se encargó de mantener un financiamiento mínimo para que la obra no se detenga por completo. En noviembre del año pasado durante una reunión bilateral con Xi Jinping acordaron reactivarla, lo que se concretó con un primer desembolso chino en enero por U$S 230 millones.

En esa reunión también se acordó la reactivación del swap chino que llegó para reforzar las alicaídas reservas del Banco Central. A mediados de enero de este año el Gobierno confirmó que se había hecho efectivo este giro y que tendría libre disposición sobre los 35 mil millones de yuanes, que al tipo de cambio actual son alrededor de US$ 5000 millones para compensar operaciones del mercado cambiario.

Litio, la nueva obsesión de Xi Jinping

La transición energética verde, que se aceleró en todo el mundo tras la crisis del petróleo y el gas producida por la invasión de Rusia a Ucrania, convirtió al litio en uno de los metales más buscados del mundo. Es considerado una energía limpia por la capacidad que tiene de almacenar energía que provenga de fuentes renovables.

Casi el 60% del litio del mundo se puede encontrar en lo que se denomina el “Triángulo del Litio”, una zona que comprende las llanuras andinas que se extienden entre la Argentina, Chile y Bolivia. Éstos últimos tienen las mayores reservas, aunque no han podido explotarlas en grandes cantidades, como sí lo hizo Chile.

Ya hay 6 proyectos chinos para explotar el litio en la Argentina, lo que generó un alerta en Estados Unidos. (Foto: Agustín Marcarian/Reuters)
Ya hay 6 proyectos chinos para explotar el litio en la Argentina, lo que generó un alerta en Estados Unidos. (Foto: Agustín Marcarian/Reuters)

En este contexto, según informaron a TN desde el ministerio de Economía, actualmente hay 6 proyectos chinos en la Argentina relacionados al litio. Se transformó casi en una obsesión para el presidente chino Xi Jinping. Ya realizó un desembarco muy fuerte en Australia, quien hoy es el principal exportador de litio del mundo.

A tal punto escaló el interés de China por este mineral que las autoridades de Estados Unidos ya no sólo se manifiestan preocupadas por la presencia del gigante asiático en la región, sino que particularmente se concentran en el litio. Tal es el caso Laura Richardson, jefa del Comando Sur norteamericano, quien pidió en reiteradas oportunidades mirar a este valioso triángulo antes de que caiga en manos chinas.

El interés por la central nuclear y aprovisionamiento militar

Si de energía se habla, uno de los proyectos más ambiciosos que China tiene en la Argentina es de la construcción de Atucha III, la cuarta central nuclear en el país. El acuerdo se firmó en febrero de 2022 y se preveía que se pusiera en marcha hacia finales del año, pero nada de eso sucedió.

La firma entre Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), la empresa que gestiona las centrales nucleares en el país, y la Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC) fue un entendimiento que luego debía complementarse con el acuerdo comercial, que hasta el momento no llegó.

Distintas fuentes al tanto de la negociación informaron a TN que hubo factores políticos y económicos que evitaron el inicio de las obras. Político porque Alberto Fernández consideraba que había altos riesgos en quedar expuesto en una obra de alta sensibilidad cuando ni siquiera se inauguraría bajo su gestión.

Económico porque la Argentina no está capacitada para financiar el 15% de los U$S 83000 millones que se presupuestó la obra ynecesita que China se haga cargo del total de la inversión. Además de que los capitales chinos acepten esta nueva condición, las dudas están sobre el repago y las tasas que se acuerden, que podrían ser muy desventajosas para el país.

China firmó un contrato para construir Atucha III, la tercera central nuclear en la Argentina, pero resta cerrar el acuerdo comercial. (Foto: REUTERS/Matias Baglietto)
China firmó un contrato para construir Atucha III, la tercera central nuclear en la Argentina, pero resta cerrar el acuerdo comercial. (Foto: REUTERS/Matias Baglietto)Por: REUTERS

Al mismo tiempo, en los últimos meses se aceleró el interés del Ministerio de Defensa argentino de adquirir los aviones de combate FJ-17 Thunder que fabrica el gigante asiático. La explicación oficial reside en que la Argentina quiere renovar la flota pero no puede acceder a los F16 que ofrece Estados Unidos porque el Reino Unido traba la compra de repuestos de la aeronave.

Será uno de los temas de agenda en la reunión entre la comitiva de Alberto Fernández y Joe Biden en Washington, como todos los otros asuntos que preocupan, y cada vez más, a la Casa Blanca.