Crisis en Bolivia: cocaleros leales a Evo Morales tomaron cuarteles militares

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Campesinos leales al ex presidente tomaron como rehenes a los militares dispuestos allí a cambio de que no intervengan en el conflicto entre el ex presidente y el actual mandatario Luis Arce.

La crisis política generada por la lucha facciosa entre el ex presidente Evo Morales y el actual primer mandatario de Bolivia Luis Arce escaló un nuevo peldaño con la toma de cuarteles militares acontecida en la región de Chapare, bastión dominado por el líder cocalero. Miles de campesinos leales a Morales tomaron dichas instalaciones militares y hubo una toma de rehenes que desembocó en un acuerdo al que se comprometieron los militares secuestrados, el cual consiste en que no intervengan con las armas en el conflicto.

Los cuarteles tomados por los simpatizantes e evo corresponden a la Unidad Militar Juan Maraza de Villa Tunari, la ciudad donde reside habitualmente Evo Morales. Previo a esta acción, los campesinos habían procedido con el cercamiento de dicha estructura con el objetivo de impedir la entrada de provisiones y presionar a los comandantes a acordar un “pacto de no agresión” para evitar una escalada del enfrentamiento por medio de una intervención militar.

Por su parte, el presidente boliviano Luis Arce está decidido a retomar el control de la zona de conflicto, donde la presencia del Estado nunca fue total debido al dominio que ejerce sobre ella Evo Morales en una suerte de paraestado cocalero. Ese control parcial del Estado plurinacional sobre Chapare se perdió por completo como consecuencia del levantamiento protagonizado por los campesinos leales al expresidente, quienes buscan la habilitación de su líder como candidato a jefe de estado en las elecciones de 2025 y que las causas por abuso y trata que lo involucran sean archivadas.

Los cortes de carreteras encabezados por los cocaleros de Evo paralizaron el comercio de medio país y provocaron que la mayoría de la población se enfureciera contra el ex presidente y sus seguidores, al punto de exigir su detención y la intervención militar de Chapare.