domingo, septiembre 29

Dólar para importadores y el campo: el mercado se prepara para nuevas medidas de Massa

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Se espera que Economía lance un dólar diferenciado para importadores y otro para granos. Sería un paso intermedio para cumplir con el FMI y evitar una devaluación fuerte.

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El Gobierno trabaja en Washington para tratar de cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, en el medio, un informe del organismo en el que alertó sobre la situación de Argentina y señaló que se debe unificar el tipo de cambio, fortalecer las reservas, tener una política monetaria restrictiva y eliminar los controles de capitales generó algo de ruido en el mercado. Sin embargo, el ministro de Economía, prepara una serie de medidas que buscan cumplir, aunque sea transitoriamente con parte de esas recomendaciones.

Se trataría, por un lado, de un tipo de cambio especial para importadores y otro para exportadores del campo, pero que no contempla a los sojeros. Esto responde a que, si bien el actual contexto no permite avanzar fuertemente con este tipo de medidas de fondo que sugiere el organismo internacional porque la situación de las reservas es delicada y, dado el contexto electoral, en el que la política argentina se prepara para una transición de gobierno, se busca mostrar novedades en este sentido.

Es por eso que, tal como menciona a Ámbito el economista Federico Glustein, “ayer a la tarde empezó a correr el rumor de un dólar especial para importadores que se ubicaría en los $350, por un lado, y de la posible llegada de un nuevo tipo de cambio diferenciado para exportadores en torno al mismo precio”.

«Lo que se evalúa es aplicar un impuesto del 30% para todos los productos importados, que sería de fácil devaluación y tendría un efecto muy similar a una devaluación del 30% para el peso respecto del dólar», detalla el analista Salvador Di Stefano.

Si bien es una medida que va en contra del espíritu de unificar el tipo de cambio, es sabido que no hay margen para avanzar en ese sentido en este momento. Por eso, Glustein considera que el Gobierno tiene que tomar medidas para motorizar el ingreso de divisas, por un lado, y que avance, post-PASO, con otro tipo de anuncios.

Nuevo dólar importador: un salvo conducto

Y es que el Gobierno viene resistiendo a la solicitud del mercado y al supuesto pedido del FMI de ir hacia una devaluación fuerte, pero viene tomando medidas reiteradas que buscan subsanar los problemas que le genera esa decisión, entre las cuales, el principal es el desfasaje entre el precio de exportaciones e importaciones.

Por un lado, para los importadores, se espera que, a través de la imposición de un nuevo impuesto para importadores (muchos hablan de un impuesto País para el sector) se implemente algo así como una devaluación fiscal.

Así, tal como había anticipado Ámbito hace unos meses, el economista y director de Eco Go, Sebastián Menescaldi, “es probable que se implemente un nuevo impuesto para importaciones».

«Yo cuento con que haya un acuerdo con el FMI y, en ese marco, considero que era esperable que se tomen este tipo de medidas porque el interés del Gobierno está fuertemente posicionado en devaluar. Es por eso que viene tomando este tipo de devaluaciones ad-hoc», explica al respecto el economista de Romano Group, Salvador Vitelli .

En palabras de Camilo Tiscornia, director de CyT Asesores Económicos, «es un tipo de cambio diferenciado adicional, una especie de devaluación a cuentagotas».

Por otro lado, eso se conjugaría con una aceleración del crawling-peg”, de la mano del anuncio de un nuevo dólar para exportadores de granos. De hecho, el tipo de cambio oficial mayorista se devaluó 7,25% en junio y eso refleja una aceleración del ritmo de depreciaciones diarias superior al 6% de inflación del mes.

Eso llegaría combinado con un dólar diferenciado para exportadores de granos, que, según anticipa una fuente «estaría enfocado en maíz, cebada, sorgo y girasol y se fijaría en alrededor de los $340».

Un auxilio para el BCRA

Así, por un lado, se iría confirmando la decisión de un nuevo tipo de cambio para el campo, pero por el otro, se implementaría lo que Menescaldi describe como «una devaluación fiscal, que sirve como salvo conducto a la devaluación. Y es que explica que “no es lo mismo que depreciar la moneda porque equivale a un beneficio fiscal y también tiene un efecto en precios».

Y es que, tal como apunta Vitelli, la llegada de un dólar para importadores, indudablemente encarecerá las compras al exterior y eso, señala, será un tema a solucionar para el sector. «Pienso que los importadores han tomado mucha coberturas por dollar linked, por ejemplo, y esto los dejaría muy descubiertos porque se les encarece mucho el tipo de cambio. Por ejemplo, si un operador tomó cobertura por u$s1.000 y el impuesto es del 30%, se le incrementa hasta u$s1.300 el gasto y eso lo deja expuesto», advierte.

En un sentido similar, Di Stefano apunta que «se trata de una medida con efecto inflacionario y que, probablemente, le quite márgenes al exportador«, dado que muchos de los productos que la Argentina vende al exterior se producen con insumos importados.

Dólar diferenciado: una compensación para exportadores

Aunque eso se podría ver compensado por un dólar diferenciado para los exportadores, podría no ser suficiente esa compensación. «Es una devaluación encubierta, que, por un lado, busca recaudar más para el Estado con el impuesto a importadores. Pero, por otro lado, tiene que dar una mejora al exportador para mejorarle el margen», detalla.

Así, si bien podría tener efectos colaterales, Menescaldi señala que esta sería la solución intermedia, en línea con lo que se puede hacer en la economía hoy y también dadas las restricciones políticas que hay para lograr una especie de equiparación de los tipos de cambio”, señala al respecto.

Sucede que las reservas vienen cayendo fuertemente y hay que tomar medidas para poder controlar esa tendencia. “En este momento, están en torno a los u$s25.000 millones y están cerca de un piso límite”, señala. Y considera que esta estrategia de un nuevo dólar diferenciado para importadores es una medida correctiva, dentro de las posibilidades existentes dadas las restricciones que imponen el FMI y la economía al Gobierno.

Se trata de una devaluación fiscal que encarecerá las importaciones. Pienso que los importadores han tomado mucha coberturas por dólar linked y esto los dejaría muy descubiertos porque se les encarece mucho. Por ejemplo, si un importador tomó cobertura por u$s1.000 y el impuesto es del 30%, se le encarece a u$s1.300 el gasto y eso lo deja expuesto.

Ticsornia coincide en los riesgos inflacionarios de la medida y menciona que habrá que estar atentos a lo que finalmente se resuelva hacer. La modalidad que se acuerde como resultado sería, sin dudas, acordada con los diferentes sectores. Y, por otro lado, la llegada del nuevo dólar para exportaciones requerirá un ajuste del dólar agro, que actualmente está vigente para las economías regionales y se llevaría a los $350 aproximadamente.