El presidente electo aún mantiene la cautela sobre la conformación de su equipo, aunque durante la transición de poder dio algunas pistas. Las cargos más pesados 1 de diciembre de 2019
Cada día, por la mañana y la tarde, cientos de políticos, sindicalistas y empresarios pasan por las oficinas que el presidente electo Alberto Fernández tiene en Puerto Madero. La mayoría tienen reuniones con él o con Santiago Cafiero, el próximo jefe de Gabinete del gobierno peronista. En esas múltiples conversaciones se arma y se desarma el nuevo gabinete. A diez días de la asunción del nuevo gobierno, hay solo seis ministros confirmados y un grupo más amplio que tienen grandes posibilidades de ocupar algún ministerio.
Además de Cafiero, el dirigente de máxima confianza de Fernández y el hombre que sigue su agenda cada día, están confirmados otros cincos ministros. El ministerio del Interior será ocupado por uno de los líder de La Cámpora, Eduardo “Wado” De Pedro, quien durante los últimos meses ha oficiado como uno de los principales armadores del nuevo gobierno y que reporta directamente a la vicepresidenta electa, Cristina Kirchner.
Otro de los confirmados es Felipe Solá. El diputado nacional será el próximo canciller argentino. Participó de la mesa chica de Fernández desde el inicio de la campaña electoral y es uno de los pocos dirigentes que se mueve con soltura en eventos donde expresa la mirada de la próxima gestión con respecto a la política exterior. En las últimas semanas ha sentado la postura del nuevo presidente sobre la crisis en Venezuela, el vínculo con Brasil, la relación que esperan tener con Estados Unidos y el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur.
El diputado nacional Daniel Arroyo -cercano al líder del Frente Renovador, Sergio Massa- será el próximo ministro de Desarrollo Social. Desde un principio el legislador expresó en público la mirada de Fernández sobre el lugar que quería que ocuparan los movimientos sociales a partir del 10 de diciembre, la relación que la Iglesia católica en términos de ayuda social y las políticas sociales para combatir el hambre y la desigualdad social.
Uno que dejará la Cámara baja para pasar al Poder Ejecutivo es Agustín Rossi. El jefe del bloque de diputados Frente para la Victoria – PJ le dejará ese lugar a Máximo Kirchner y será el próximo ministro de Defensa, cargo que ocupó entre el 2013 y el 2015, durante el último mandato presidencial de Cristina Kirchner. El propio Rossi fue el encargado de confirmar que su lugar sería ocupado por el ex hijo de la ex presidenta aunque evitó hacer referencias a su futuro inmediato. El dirigente santafecino ha sido uno de los puntales del kirchnerismo durante los cuatro años de gestión macrista.
La sexta confirmación es la de la santafecina María Eugenia Bielsa, quién fue precandidata a gobernadora por Santa Fe, pero perdió la interna con Omar Perotti, gobernador electo. En diez días ocupará el Ministerio de Vivienda y será una de las pocas mujeres que tengan un lugar de relevancia en el gabinete albertista. Su llegada al nuevo gobierno es de la mano de Fernández, a quien le responde políticamente dentro de la estructura peronista que está en construcción.
Hay cerca de diez ministerios que parecen tener nombres propios asignados pero no confirmados. El intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, ocuparía el Ministerio de Infrastructura, mientras que el ex candidato a jefe de Gobierno porteño Matías Lammens se haría cargo del ministerio de Turismo y Deporte.
El abogado Claudio Moroni parece ser número puesto para hacerse cargo del Ministerio de Trabajo y Nicolás Trotta sería el designado para ocupar el Ministerio de Educación. Marcela Losardo, socia de Fernández en su estudio jurídico, tiene grandes chances de ocupar el Ministerio de Justicia, mientras que Vilma Ibarra, una de las designadas por el presidente electo para participar del proceso de transición, podría estar al frente de la Secretaría Legal y Técnica.
Al ministerio de Salud volvería a ocuparlo Ginés González García, quien estuvo al frente de la cartera durante la gestión de Néstor Kirchner, a de Cultura iría el cineasta Tristán Bauer y al de Medio Ambiente lo ocuparía el diputado nacional Juan Cabandié. A Ciencia y Tecnología iría el ex titular del Conicet Roberto Salvarezza, mientras que el nombre que suena para ministerio de Equidad y Género es el Elisabeth Gómez Alcorta, abogada defensora de Milagro Sala.
Una de las dudas centrales del próximo gabinete es el Ministerio de Economía. Matías Kulfas sacó ventaja en los últimos días pero Fernández aún no definió quien encabezará esa área tan importante y sensible. Tampoco se sabe quién irá al Ministerio de Producción y quienes ocuparán las principales secretarias en la estructura económica.
Aunque no están definidos, hay un puñado de lugares en la Casa Rosada que serían ocupados por dirigentes muy cercanos a Fernández. Gustavo Beliz iría a la Secretaría de Asuntos estratégicos y el dirigente del peronismo porteño Juan Manuel Olmos podría ser el jefe de asesores del nuevo presidente.
Una situación particular es la que sucedió con Diego Gorgal, un dirigente del massismo que parecía tener su lugar asegurado como ministro de Seguridad, pero que en los últimos días Alberto Fernández desestimó que así sea. Ese ministerio clave en la política nacional aún está vacante.
En esta nueva etapa política Fernández le dará entidad de ministerio a Salud, Trabajo, Producción, Vivienda y Equidad. Los dos primeros fueron ministerios durante gran parte de la gestión de Mauricio Macri, hasta que el propio Presidente decidió reestructurar el Gabinete y les bajo el rango convirtiéndolos en secretaria.
La semana que comienza será clave para terminar de definir el gabinete. Se estima que los próximos días Fernández confirme los nombres que lo integrarán y se acaben las incógnitas sobre quienes ocuparán los puestos claves y que influencia tendrá él, como presidente electo, sobre el armado de su principal estructura de poder.
f:Infobae
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