El Gobierno aguarda la contraoferta de los bonistas y se prepara para una negociación dura con final abierto

0
406

Alberto Fernández ratificó que Martín Guzmán encabezará las conversaciones con los fondos de Inversión, pero no descarta participar en el último tramo de la pulseada si eso permite destrabar acuerdos y evitar el default

20 de abril de 2020

El ministro de Economía, Martín Guzmán
El ministro de Economía, Martín Guzmán

La sucesiva andanada de comunicados de los bonistas bajo legislación internacional no sorprendieron a Alberto Fernández y Martín Guzmán. Era un paso que el Presidente y su ministro de Economía aguardaban tras publicar los términos de la agresiva oferta a los fondos de inversión que operan en New York, Londres y Tokio.

“Siempre actuamos de buena fe, y la propuesta es lo que podemos pagar. Pero vamos a escuchar a los bonistas. Nosotros no queremos el default”, aseguró a Infobae un integrante del gobierno a prueba de desmentidas.

La oferta a los bonistas ya está publicada en la Securities and Exchange Commission (SEC) y ahora inició el proceso formal de negociación que en la jerga de las finanzas se conoce como Road Show. Esta etapa de dura pelea entre la Casa Rosada y los fondos de inversión se extenderá por tres semanas, y el final es abierto.

Los bonistas tienen un plan de batalla que es conocido en la quinta de Olivos: menospreciar a Guzmán como negociador idóneo, apretar para lograr una mejora en la propuestas, abrir una diagonal adentro del gobierno para llegar a los oídos de Alberto Fernández y, si todo eso no alcanza, involucrar al Presidente en el último tramo de las conversaciones.

Los fondos de inversión que operan en Wall Street entienden la implicancia del coronavirus en la economía global, pero quieren que Argentina mejore su propuesta de deuda externa
Los fondos de inversión que operan en Wall Street entienden la implicancia del coronavirus en la economía global, pero quieren que Argentina mejore su propuesta de deuda externa

La primera fase del plan ya está en marcha. Desde Manhattan aseguran que Guzmán tuvo una pelea formidable con el representante del fondo BlackRock, que jamás mostró los parámetros de crecimiento de la economía nacional, que no sugirió un comité de acreedores privados para unificar personería en la negociación y que está ceñido a un guión basado “en sus ensayos académicos”.

La réplica en Olivos no se hizo esperar: Martín (Guzmán) está a cargo, presentó toda la información necesaria para iniciar las negociaciones, no tiene sentido abrir un comité acreedores como en los 90, y su estrategia es la única que avalamos», dijo Alberto Fernández cuando le comentaron que los bonistas pedían la cabeza de su ministro de Economía.

Respecto a la contrapropuesta de los fondos de inversión, el Presidente y Guzmán no exhiben una posición absolutista. Pretenden que se inicie el Road Show y que los acreedores privados expliquen qué desean mejorar de la oferta anunciada hace unos días en Olivos. Puede haber leves mejoras, o “cambios cosméticos”, pero nada que modifique la estructura de la propuesta ya inscripta en la SEC.

“La oferta tiene una lógica financiera basada en los intereses a pagar desde 2023, en el pago del capital mientras madura el bono, en la quita global que se propone, y en el valor del título después del canje. Esas son las condiciones básicas, y no las vamos a cambiar. El resto lo podemos conversar”, explicó a Infobae, desde Olivos, un protagonista clave de la negociación.

Martín Guzmán, Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández (de izquierda a derecha), cuando se presentó la oferta a los bonistas extranjeros
Martín Guzmán, Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández (de izquierda a derecha), cuando se presentó la oferta a los bonistas extranjeros

Desde una perspectiva política, adentro del gobierno, Guzmán y su estrategia de negociación están sujetos a un monitoreo permanente. El ministro responde sólo a Alberto Fernández, visita a Cristina Fernández de Kirchner en su piso de Juncal y, un par de veces, se reunió con Sergio Massa, que tiene su propia mirada sobre la oferta y su eventual mejora en los plazos y los intereses a pagar.

“El único que negocia es Martín (Guzmán). El resto es jueguito para la tribuna y los amigos”, se comentó en la quinta presidencial frente a la posibilidad de abrir una diagonal en la negociación protagonizada por influyentes dirigentes políticos y veteranos de mil batallas en la City Porteña.

El jefe de Estado respalda a su ministro de Economía y acumula información que llega de New York, Washington y París. No quiere el default, pero asume que la pandemia hará estragos en la agenda económica global y que ello puede mejorar sus posibilidades frente a los acreedores privados.

En este sentido, si hiciera falta, Alberto Fernández se sumaría a la negociación en el último tramo para llegar a un acuerdo con los fondos de inversión.

“Nosotros podemos dar certeza a los bonistas, en un mundo que hoy no la tiene. Para ellos es una oportunidad, y obvio, para nosotros también”, opinó el presidente en Olivos.