El Gobierno creó un régimen para regularizar las deudas que las jurisdicciones tiene con Nación. Pretende analizar los rojos que se dan desde ambos lados.
El Gobierno oficializó el viernes la creación del Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas para «instrumentar el saneamiento definitivo de la situación financiera entre cada una de las provincias».
El anuncio del Gobierno se da en medio de la discusión por el presupuesto 2025, luego de haber recibido a varios gobernadores con pedidos específicos sobre los montos previstos para el año próximo, atravesado por reclamos de deudas por obras públicas y cajas jubilatorias. Estas últimas en algunos casos ascienden a reclamos por casi un billón de pesos.
Desde el Ejecutivo señalaron en el decreto 969/2024 que muchas jurisdicciones «mantienen niveles de endeudamiento que condicionan la situación de equilibrio financiero y la sustentabilidad de sus esquemas fiscales». Las provincias tendrán 30 días para adherir al régimen y 60 para presentar la información respaldatoria.
El objetivo del régimen es acordar compensaciones, conciliaciones, transacciones y cualquier operación que tienda a cancelar las deudas recíprocas o los créditos entre las partes. Los saldos que resulten de la cancelación de los reclamos recíprocos serán cancelados en las condiciones que se establezcan en cada acuerdo particular.
Si el saldo resultase favorable a la Nación, las provincias podrán cancelarlo afectando un porcentaje de los recursos que le correspondan por coparticipación.
La deuda que las provincias acumulan con la Nación proviene de distintos factores. Según la consultora especializada en finanzas provinciales Politikon Chaco, la deuda de los distritos pertenece a tres fuentes: el Tesoro nacional, el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial y el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional.
El fondo de infraestructura asigna financiamiento para obras «tendientes a la integración nacional, el desarrollo regional, el intercambio comercial y la generación de empleo» mientras que el fondo para el Desarrollo Provincial brinda asistencia para las reformas del sector público provincial y la promoción del desarrollo económico de los distritos.
En total, la deuda relevada por Politikon Chaco de las provincias con la Nación asciende a $497.051 millones. Sin embargo, la disparidad entre las provincias es significativa. La Ciudad de Buenos Aires no registra ninguna deuda con la Nación, mientras que en el caso de Chubut, la deuda total asciende a $119.151 millones, siendo la mayoría correspondiente al fondo de desarrollo provincial.
En monto total adeudado le siguen Chaco, con $87.344 millones, Salta con $66.443 millones, Corrientes con $48.014 millones y Entre Ríos con $28.085 millones.
Muy por detrás se ubican Neuquén con una deuda de $19.375 millones, Formosa con $18.315 millones, Misiones con $15.529 millones, San Juan con $14.476 millones, Catamarca con $14.441 millones, Tierra del Fuego con $12.977 millones, Jujuy con $10.450 millones y Tucumán con $10.346 millones.
Las que menor deuda registran son La Rioja con $9.372 millones, Córdoba con $5.173 millones, Santiago del Estero con $4.945 millones, la provincia de Buenos Aires con $4.624 millones, Santa Cruz con $3.456 millones, Río Negro con $2.192 millones, Mendoza con una deuda de $1.337 millones, La Pampa con $500 millones, San Luis con $270 millones y Santa Fe con 237 millones.
Las dudas pendientes.
El director de Politikon Chaco, Alejandro Pegoraro, sostuvo que todavía hay muchos aspectos pendientes: «No se sabe cómo el Gobierno va a manejar las deudas de las provincias con organismos internacionales que tienen garantía de nación y se pagan vía retención de coparticipación».
Pegoraro agregó que también hay dudas sobre el Club de París, ya que si bien es una deuda tomada por Nación, se uso en beneficio de las provincias. Por último, señaló que resta ver cómo se contabilizarán «los créditos del Estado en cualquier nivel con empresas públicas provinciales y no vía administración pública, que no siempre se contabiliza, porque depende de los convenios».
Por último, señaló que los números relevados son «un piso de deuda, puede ser bastante más».