El futuro del dólar y el cepo, el acuerdo con el FMI o cómo hará el Gobierno para acumular reservas y afrontar pagos de deuda fueron algunas de las 2351 preguntas enviadas para que el jefe de Gabinete Guillermo Francos responda en Diputados
El futuro del dólar y el cepo, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) o cómo hará el Gobierno para acumular reservas y afrontar pagos de deuda fueron algunas de las 2351 preguntas enviadas para que el jefe de Gabinete Guillermo Francos responda este miércoles en Diputados.
Sobre la negociación de un nuevo acuerdo con el FMI, las respuestas ensayaron variantes. «El gobierno mantiene fluido contacto con las autoridades del FMI. Por lo tanto, la posibilidad de negociar un nuevo acuerdo, finalizado el actual, no se puede descartar«, pero aclaró que «el foco está actualmente puesto en generar flujos de ingresos de capital de origen privado hacia el país«, según respondió la secretaría de Finanzas.
Al ser consultado sobre cómo hará para acumular reservas hasta fin de año,
el Banco Central de la República Argentina (BCRA) detalló que en la
gestión de Javier Milei las compras netas de divisas alcanzaron a u$s
17.100 millones. «Estas compras contribuyeron a una acumulación de
reservas internacionales netas de u$s 7800 millones».
«Hacia delante, se prevé que las reservas internacionales sigan nutriéndose de un sector externo superavitario«, agregó el BCRA.
La Secretaría de Política Económica del ministerio que depende de Luis Caputo explicó que la acumulación de reservas en la última parte del año se verá beneficiada por la reversión del déficit de la balanza energética, por el ingreso de divisas a través del blanqueo, las inversiones provenientes del RIGI y el otorgamiento de créditos de diferentes organismos internacionales que el país tiene a disposición.
En ese marco, Economía agregó que «comenzó la segunda etapa del programa de estabilización» donde se apunta a «refinar las políticas monetarias y cambiarias». La meta es «afianzar el proceso de desinflación y apoyar una mayor acumulación de reservas, a medida que los controles y restricciones cambiarias se vayan suavizando, en la transición hacia un nuevo régimen».
Dolarización o competencia de monedas
El Gobierno reconoce que apunta así a «sentar las bases para la implementación de la competencia de monedas en la que el peso se transformará en la moneda escasa y fuerte debido a la fijación de la base monetaria».
Entre las preguntas, los Diputados consultaron si Milei seguía adelante con el plan de dolarización y si la medida no era contradictoria frente a la idea de la «competencia de monedas».
Así, Economía aseguró que «la dolarización endógena y la competencia de monedas no son conceptos contradictorios». Y enfatizó que «la dolarización endógena (la paulatina elección del dólar como moneda de referencia de uso corriente por parte del público), requiere como paso previo, que el peso sea libremente convertible a otras monedas. Es decir, que exista competencia de monedas».
En ese sentido, marcaron que «de lo contrario, el agente económico que así lo desea, no podría pasar libremente al dólar como moneda de referencia«.
Meta, dólar blend y cepo
Ante el pedido de información sobre el nivel de reservas, el BCRA detalló que «espera cumplir con las metas acordadas en la 8va revisión del acuerdo de facilidades extendidas con el FMI que, a fin de 2024, implican saldos de reservas internacionales brutas de u$s 27.200 millones y reservas internacionales netas (medidas a precios del programa y conforme a la metodología de la 8va revisión del acuerdo con el organismo) negativas de u$s 1.500 millones»
.
Sobre el futuro del tipo de cambio de liquidación para agroexportadores, el «dólar blend» que se calcula 80% al dólar oficial y otro 20% al CCL, el Gobierno señaló que «forma parte del conjunto de normas para administrar el mercado de cambios».
Para la salida del cepo, Economía repasó que «es crucial el equilibrio fiscal, la resolución de los stocks de endeudamiento acumulado en pesos y dólares del BCRA, la eliminación de todos los flujos de emisión monetaria, la normalización de los flujos comerciales y una recomposición suficiente de reservas».
Y recordó que «la tasa de inflación debería converger, mínimamente, hacia la tasa del crawling peg de 2% mensual, para luego continuar descendiendo», mientras que el BCRA enfatizó que se vienen dando pasos para desarmar los controles, como la mejora de acceso a divisas para pago de importaciones.
La política del BCRA es continuar avanzando en la desregulación del mercado de cambios,
tomando medidas que no impliquen riesgos excesivos para la dinámica de
la economía en general, y de la desinflación en particular.
Ante la intervención del tipo de cambio, el Central consideró que «la variación tendencial del tipo de cambio es determinada por fundamentos de política fiscal, monetaria (para el tipo de cambio nominal), productividad, términos de intercambio, y activos internacionales netos, entre otros factores. La eventual utilización de reservas puede atemperar fluctuaciones de corto plazo del mismo».
El cierre del Banco Central
Otro de los puntos de la campaña electoral libertaria que volvió a ser consultado en la exposición de Francos fue la propuesta de cierre del BCRA
«El Presidente de la Nación fue muy claro en campaña sobre los objetivos económicos y políticos a futuro de su presidencia. En esa línea, plantea continuar adelante con su propuesta de eliminar el Banco Central«, fue la enfática respuesta que inquieta a actores económicos como el FMI y otros referentes del mercado financiero.
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