Lo anunciaron el vocero presidencial, Manuel Adorni, y el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. La medida busca reforzar la meritocracia.

El Gobierno nacional anunció un cambio significativo en la administración pública: la eliminación de los cargos hereditarios. La decisión fue anunciada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, y el ministro de Desregulación y Modernización, Federico Sturzenegger, quienes confirmaron la firma de una resolución que pone fin a la práctica de permitir que familiares y cónyuges de empleados fallecidos hereden sus puestos en organismos estatales.

Este cambio, que apunta a la “racionalización y modernización del Estado”, pone fin a un privilegio que, aunque erradicado durante el gobierno de Mauricio Macri, fue restablecido bajo la administración de Alberto Fernández en varios organismos.

En una conferencia de prensa, Adorni describió la decisión como “un avance hacia la justicia y la equidad”, explicando que, a partir de ahora, las posiciones se otorgarán únicamente por mérito y esfuerzo personal. “En esta Argentina, nadie tiene sangre azul”, declaró el vocero presidencial, remarcando que la nueva política es un paso importante para erradicar prácticas antiguas que “colocaban a los empleados públicos en una situación de privilegio sobre el resto de los trabajadores argentinos”.

Sturzenegger, por su parte, presentó un comunicado oficial en el que su ministerio detalló que la nueva medida se enmarca en una política más amplia de racionalización del tamaño del Estado, con la cual ya se ha recortado un 15% de la planta de personal en la administración pública. Además, la medida establece la obligación de retiro inmediato para aquellos empleados que ya cumplen con la edad de jubilación.

Contexto histórico y estatutos

Según el comunicado de Sturzenegger, esta práctica de herencia de cargos está profundamente arraigada en algunos sectores del Estado, como la AFIP, el Banco Nación, y el Banco Central. En estos organismos, la posibilidad de que familiares tomen el lugar de empleados fallecidos o retirados estaba explícitamente contemplada en sus estatutos y convenios colectivos. La medida de eliminar los cargos hereditarios también implica que la Secretaría de Trabajo no homologará convenios colectivos que incluyan esta clase de beneficios. Esto obligará a los sindicatos y organismos a revisar sus acuerdos si desean la validación oficial de sus contratos laborales.

Esta práctica de herencia en los cargos públicos era tan frecuente que en algunos organismos, como la AFIP y ANSES, los hijos y cónyuges de empleados fallecidos recibían una prioridad explícita en el ingreso. También en el Banco Nación y en YPF existían disposiciones para que familiares de empleados fallecidos o retirados pudieran acceder a una posición.

En Ferrocarriles Argentinos, los convenios colectivos de la Unión Ferroviaria también otorgaban derechos a familiares de empleados fallecidos para postularse a cargos, siempre que cumplieran con los requisitos formales del puesto. Este tipo de convenios y acuerdos colectivos que incluyen beneficios de herencia se mantuvieron, e incluso se ampliaron, en distintos niveles de la administración pública bajo diversas gestiones.

La resolución del Gobierno llega en un momento en el que varios sectores políticos y sociales han comenzado a cuestionar prácticas que otorgan privilegios a empleados estatales. La semana pasada, el diputado Alejandro Bongiovanni, del PRO de Santa Fe, propuso un proyecto de ley para prohibir el traspaso de cargos por herencia en el sector público. Según el legislador, permitir que los hijos o cónyuges de empleados estatales fallecidos hereden sus posiciones es una práctica “medieval” y “endogámica”, al consolidar una especie de casta en el ámbito laboral público. En palabras de Bongiovanni: “Este tipo de beneficios refleja una lógica de casta en sentido literal, en la que el acceso a los cargos se basa en el nacimiento y no en el mérito o la idoneidad”.