La alta demanda de litio por parte de los fabricantes de vehículos eléctricos podría repercutir negativamente en todo su mercado.

La demanda de litio por parte de los fabricantes de vehículos eléctricos está siendo más alta de lo estimado. Concretamente, en 2022, el valor total al contado de su consumo rondó los USD 35.000 millones, frente a los USD 3.000 millones del 2020. Por su parte, los proveedores parecen incapaces de seguir el ritmo.

En este contexto, los expertos del mercado no se ponen de acuerdo sobre si en 2023 se alcanzará el equilibrio entre oferta y demanda o si, por el contrario, los consumidores estarán por encima de las mineras de litio.

«Realmente no creo que haya ninguna razón para creer que tantas toneladas pueden aparecer mágicamente este año para devolver el equilibrio al mercado», sostuvo Claire Blanchelande, operadora de litio en Trafigura Group. «El dolor aún no ha terminado», añadió.

El problema de que la demanda permanezca por encima de niveles «controlables» es que los precios del litio suben, por lo que las baterías de iones de litio también crecen, impactando negativamente en el costo final de los coches.

¿Caída de precios?

Sin embargo, para Chris Berry, presidente en House Mountain Partners, este año, afortunadamente, el litio se convertirán en un «juego de volumen». «Necesitamos ver una respuesta de suministro tanto de los productores existentes como de los productores a corto plazo que deberán ejecutarse sin problemas frente a la demanda sostenida de litio», dijo.

En esta línea, Joe Lowry, fundador de Global Lithium, proyectó una «pequeña caída» en los precios al contado de la materia prima durante este 2023. Aunque sería una buena noticia para la demanda, podría ser un inconveniente para las mineras.

No obstante, el ejecutivo detalló: «Si estuviéramos hablando hace cinco años hoy, el mayor problema que tenía la industria del litio era la falta de inversión. Ahora los problemas más importantes son los permisos y la ejecución del proyecto».

Asimismo, Berry concluyó que «el consenso del mercado» y el consenso con el que él estaría de acuerdo es que «en 2023 es probable que los precios se estabilicen, quizás con algún potencial a la baja», pero de ninguna manera ve «algún tipo de colapso de precios».

f: Política hoy