El kirchnerismo y el oficio de burlarse de los pobres

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Nota extraída de Infobae por Manuel Adorni

El kirchnerismo siempre se ha servido de la pobreza, la ha utilizado para su propio beneficio y la ha puesto como excusa para cualquier acto de gobierno que haya implicado un enorme e injustificable derroche de recursos públicos

El presidente Alberto Fernández anunció recientemente el nuevo bono a los jubilados. El mismo será de $8.000 y comenzarán a cobrarlo a partir del 20 de diciembre todos los jubilados que cobren el haber mínimo. Dicho en números, todos aquellos que cobren entre $29.061 (el haber mínimo) y $37.061 (el haber mínimo más el bono anunciado) cobrarán la diferencia para alcanzar este último monto (en virtud de que quienes cobren el bono no terminen ganando con este más dinero que aquellos que no lo reciban por no cobrar la jubilación mínima). Este plus adicionando el medio aguinaldo que les corresponde cobrar también en diciembre hace que el Gobierno haya hecho el anuncio dándole entidad de “regalo navideño” anticipado.

Fue sumamente interesante el contexto donde se procedió a anunciar las buenas nuevas: se estaba entregando de manera simbólica la “jubilación anticipada” número 2.000 y la jubilación por “tareas de cuidado” número 50.000. En un sistema jubilatoria absolutamente quebrado el gobierno obsequia un bono adicional mientras “festeja” el haber alcanzado las 2.000 jubilaciones anticipadas y otras 50.000 sin los aportes correspondientes. Absolutamente surrealista.

Igual de asombroso resultó ser la explicación que dio el Presidente en relación a la pérdida de valor del dinero de los jubilados: “En diciembre de 2015, ustedes con $100 pesos compraban por el equivalente a $100 y cuando yo asumí compraban solo $80. Y eso es mucho en cualquier ingreso”. Si, el mismo que dijo que “el dólar a 60 estaba bien” y en menos de dos años de gobierno, sin mucho esfuerzo, logró que su valor se triplicara.

Lo cierto es que Alberto Fernández una vez más relata los acontecimientos de manera absolutamente sesgada. En principio, si en 2015 comprabas por $100, en el año 2019 también lo hacías por $100 y siempre se hará por $100, lo que varía en tal caso es el poder adquisitivo de esa denominación. En caso de que el primer mandatario haya querido referirse a esto, es sano recordar que cuando él asumió como Jefe de Gabinete de Ministros del ex presidente Néstor Carlos Kirchner (allá por el año 2003) esos $100, compraban por $100 (según su propia definición). En términos de poder adquisitivo, esos $100 hoy equivalen a apenas $1,5. Incluso cuando el actual Presidente asumió el 10 de diciembre de 2019, los $100 de aquel momento rinden hoy lo que en ese momento rendían 33 pesos. La desvalorización de la moneda (y prácticamente la pérdida de su condición de tal) no es atribuible a un solo gobierno, sino que lo es a toda la clase política que ha gobernado la Argentina, o al menos a todos los que lo han hecho desde la salida de la Convertibilidad. El mudno resolvio el problema de la inflación hace prácticamente medio siglo: en Argentina aún creemos que es culpa de los empresarios, de Mauricio Macri, de la suba de precios de los alimentos en el mundo y hasta del imperialismo americano.

Creer el Presidente que puede congraciarse con un castigado grupo social como son los jubilados, con un miserable bono adicional que apenas llega para cubrir el valor de tres panes dulces es literalmente burlarse de ellos. Gran parte de la pobreza en la que están sumergidos desde hace años los pasivos es responsabilidad del propio kirchnerismo: durante la “década ganada” se le ha expropiado a cientos de miles de aportantes su dinero invertido en el sistema de jubilaciones privadas (las famosas AFJP creadas en la década del 90 que pretendían terminar con el nefasto sistema jubilatorio de reparto estatal), utilizado esto como excusa para jubilar y pensionar a tres millones de personas sin los aportes correspondientes: hoy el 55% de quienes cobran un haber no completaron el total de sus aportes durante su vida activa. Quienes nos gobiernan (o al menos buena parte de ellos) han logrado destruir los haberes de los jubilados que hoy a duras penas logran cobrar 145 dólares mensuales lo que (siguiendo con la medición en panes dulces) apenas les alcanza para adquirir 12 unidades por mes.

El kirchnerismo siempre se ha servido de la pobreza, la ha utilizado para su propio beneficio y sistemáticamente la ha puesto como excusa para cualquier acto de gobierno que haya implicado un enorme e injustificable derroche de recursos públicos. Esta vez, no solo la utilizan sino que además se burlan despiadadamente de quienes la sufren cada día. Temas relacionados:Opinión