El “plan platita” frenó el ajuste del gasto en septiembre y el Gobierno incumplió la meta fiscal con el FMI
El déficit acumulado al tercer trimestre quedó por encima del pactado con el organismo que conduce Kristalina Georgieva. Analistas creen que no habrá corrección en los últimos tres meses del año.
El Gobierno incumplió la meta trimestral de déficit fiscal acordada con el FMI y ratificada en agosto, cuando el organismo aprobó la quinta y sexta revisión del acuerdo. El deterioro de los números en septiembre afectó a los números acumulados en el año.
El mes pasado, el resultado primario fue deficitario por $380.000 millones y mostró un fuerte crecimiento con respecto a los $37.000 millones registrados en agosto. También contrastó con el leve superávit de septiembre del año pasado, cuando la primera versión del “dólar soja” había impactado positivamente en las cuentas públicas.
Por el crecimiento del déficit en septiembre, el resultado primario acumulado indica que el déficit llegó a $2,63 billones y quedó superó a los $2,3 billones que permitía el acuerdo con el FMI. Desde Ecolatina indicaron que ese número representa un 1,4% del PBI y muestra un crecimiento real de casi el 15% interanual.
El “plan platita” frenó el ajuste del gasto
El Gobierno hizo un ajuste real sobre el gasto primario durante 2023. Si bien el recorte se moderó en septiembre por la puesta en marcha del “plan platita”, Ecolatina calculó que hubo una reducción de 3,6% interanual real, luego de disminuir un 8,5% interanual real en agosto.
“La dinámica al interior del gasto fue bastante heterogénea: mientras los gastos primarios corrientes se achicaron 4,5% interanual real (similar al mes previo), los gastos de capital se expandieron 5% interanual real el último mes (se habían reducido un 34% interanual real el mes previo)”, dijo la consultora. Y afirmó: “Al interior del gasto primario corriente, el ajuste se centró en el gasto social y los subsidios, mientras que el resto de las partidas mostraron crecimientos reales en su comparación interanual”.
Y agregó: “Por un lado, si bien los refuerzos de ingresos elevaron el gasto en ‘otros programas sociales’ (crecieron un 46% interanual real), las prestaciones sociales mostraron una caída real del 1,1% interanual durante septiembre. Por su parte, los subsidios económicos hilaron su tercer mes consecutivo con un recorte real (-50% interanual en septiembre)”.
Para LCG, los datos fiscales de septiembre también empezaron a reflejar el impacto de las medidas que anunció el Gobierno después de las PASO.
“En efecto, el aumento de beneficios sociales como Tarjeta Alimentar, Potenciar Trabajo y bonos dirigidos a jubilados, pensionados, beneficiarios de AUH y empleados informales promedia un aumento del 30% anual real. Aun así, vale tener presente que no alcanza a compensar el ‘ahorro’ que por efecto de la movilidad el Gobierno está teniendo sobre el gasto previsional y asignaciones familiares”, recalcó la consultora.
Por el lado de los ingresos, en septiembre se observó una caída interanual del 14%, que se explicó porque en el mismo mes del año pasado los ingresos se vieron reforzados por la primera versión del “dólar soja”. Por eso, Ecolatina señaló que, al excluir tanto las retenciones (menores por la sequía) como las entradas extraordinarias, los recursos en septiembre habría mostrado un crecimiento real del 4,4% interanual.
Una meta imposible
Los analistas coincidieron en que la meta anual de rojo anual de 1,9% del PBI prometida al FMI será muy difícil de cumplir. “Honrar el compromiso impone un aumento del déficit de apenas 0,6 puntos porcentuales en los últimos 3 meses, algo que luce prácticamente imposible”, afirmó LCG y proyectó que el déficit será de 2,5%.
“Más allá de la estacionalidad propia del gasto, en la segunda mitad del año, octubre y noviembre seguirán reflejando todavía el impacto del abultado paquete de medidas que fue anunciando por Massa después de la derrota de las PASO. Refieren a más gasto y menores ingresos que en conjunto implican un costo fiscal de 1% del PBI”, añadió la consultora.
En Ecolatina coincidieron en el pronóstico. “Tanto la confirmación de que el candidato oficialista, Sergio Massa, ingresó al balotaje, y que la aprobación del segundo tramo del swap con China permite contar con los dólares necesarios para cancelar vencimientos con el FMI generan los incentivos suficientes como para que el oficialismo impulse una política fiscal más expansiva”, argumentaron.