A menos de un mes de la reglamentación de Régimen de Regularización de Activo ya habrían ingresado a 150 contribuyentes. Con el precedente de filtración en la gestión de Mauricio Macri, cómo se maneja en el organismo la información

El temor de que ocurra una filtración similar a la que tuvo lugar durante la presidencia de Mauricio Macri ha llevado a la actual gestión de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) a implementar medidas estrictas de restricción de información en torno al blanqueo de capitales. La preocupación se centra en mantener en reserva el dato clave sobre la cantidad de contribuyentes que ya han ingresado al Régimen de Regularización de Activos.

En línea con el discurso oficialista, el principal objetivo del Régimen no sería simplemente aumentar los ingresos —se proyecta que alcance un 0,5% del Producto Bruto Interno (PBI) junto con Bienes Personales y la moratoria en diciembre—, sino modernizar la economía, por lo que la cantidad de adhesiones se convierte en el verdadero indicador del éxito del programa. Según una fuente cercana al organismo, en declaraciones a El Cronista bajo condición de anonimato, «habrían ingresado 150 personas», aunque los montos son relativamente bajos, considerando que existe un incentivo de alícuota cero hasta los u$s 100 mil y del 5% para montos superiores.

Consultado sobre esta cifra, el entorno de la administradora federal, Florencia Misrahi, ni confirmó ni desmintió la información. «Lo tienen cerrado bajo siete llaves, pocos saben cuánta gente entró», señalaron de forma interna, reflejando el alto nivel de confidencialidad.

El antecedente Macri

La gestión de Misrahi está decidida a evitar que se repita lo ocurrido durante la presidencia de Cambiemos, cuando se filtró una lista con los nombres, apellidos y montos de quienes se acogieron al «Sinceramiento Fiscal». Entre los nombres que aparecieron estaban figuras cercanas al entonces Gobierno, como el hermano del presidente, Gianfranco Macri, quien blanqueó $662 millones, y su amigo personal, Nicolás Caputo, con $465 millones.

«Está garantizado, estamos trabajando en la seguridad de la información con un comité específico para que no vuelva a pasar», afirmaron desde la AFIP. Además, aseguraron que la rigurosidad en el manejo de la información «va más allá del blanqueo». En este sentido, fuentes oficiales del organismo revelaron que, en esta oportunidad, se han establecido niveles de alerta y acceso a la información para el personal involucrado, basados en sus funciones específicas.

Estas medidas responden a la creencia de que la filtración de datos durante la gestión de Macri provino desde dentro del propio organismo, una de las hipótesis que manejó el juez federal Rodolfo Canicoba Corral cuando ordenó la detención de siete funcionarios de la AFIP, junto con un empresario, un supuesto agente de bolsa y dos empleados, en febrero de 2018.

«Hemos asegurado al máximo todos los circuitos y la capacitación de los funcionarios. Estamos renovando todas estas responsabilidades para dejar en claro el secreto fiscal», comentaron desde las primeras líneas de la AFIP.