EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Martes 2 de Julio de 2024

Mateo 8, 23-27

En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole:
«¡Señor, sálvanos, que perecemos!».
Él les dice:
«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?».
Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma. Los hombres se decían asombrados:
«¿Quién es este, que hasta el viento y el mar lo obedecen?».

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mt. 8, 23-27:

💫La fe

1) Un fuerte temporal:

La vida está marcada por momentos. Hay momentos en que parece que todo va bien y hay momentos en que sentís que no te sale ni una. Pero también están esos momentos que te marcan, porque sentís que tocas fondo… que no te sale nada. Cuando tengas momentos lindos y de hermosa experiencia con Dios, escribilo en tu cuadernito íntimo, para que, cuando vengan esos momentos duros y dolorosos (que van a venir) puedas leerlo y recolrdar esos momentos en los que pudiste experimentar la presencia de Dios. Es un plus de que todo está oscuro y no podés ver nada, más la inestabilidad de que no podés estar en pie. Es ahí cuando te viene el miedo y la angustia porque no sabes qué va a pasar con tu vida. Lo más difícil para el hombre es la inestabillidad y la incertidumbre. No entendés nada y querés salir como sea de todo esto que pasas. ¿Pasaste momentos así? ¿Pensá en este momento de oración cuándo fue ese momento que sentiste la incertidumbre, el tocar fondo? Porque te va a permitir descubrir que hoy te estás ahogando en un vaso de agua… cuando descubras que ya pasaste por momentos peores.

2) Él dormía:

Parece que Dios desaparece en esos momentos duros, como que no lo sentimos o no lo vemos… Son esos momentos en que, aparte de sentirme solo en lo exterior, me siento solo en lo interior. Cayendo en la situación de que ni tengo ganas de hablar con Dios y de hasta enojarme con Dios. Es un silencio de Dios que me desespera y me lleva a enojarme con Él y también conmigo.

3) Calma:

Cuando recurrimos a Dios, Él actúa y nos lleva a la calma. Eso sí… Dios actúa en su momento. Es reconocer que es Dios y su poder llega cuando menos lo pensamos. Pedile a Jesús que llegue la calma a tu vida, que te ayude a tener esa paz que uno no puede conseguir por sí mismo. Que aparezca en tu vida para tener la paz que solo Dios puede darte. Hoy pedí fe a Dios para confiar y paz para salir adelante. Algo bueno está por venir.