miércoles, septiembre 18

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo (23,13-22):

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: «Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga»? ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: «Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga.» ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él.»

Palabra del Señor

MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mt. 23, 13-22: Dejemos entrar.

1) Cierran: Si hay algo que ha funcionado como aduana en la Iglesia y en la sociedad, es la burocracia. Es como que nos hemos robotizado y hasta hemos mostrado un grado de insensibilidad ante aquella persona que buscaba una ayuda divina, solo mostramos franjas terrenas. Esto también nos pasa en la familia y entre amigos, cuando caemos en un estructuralismo que asfixia. En esto fíjate si vos también no caíste en una actitud egoísta o distante, exigente, tan exigente que más o menos hay que ser un monje cartujo para ingresar, para ser parte de tu amistad. En esto yo también hago un mea culpa porque, muchas veces, yo también puse palos en la rueda a aquellos que solo buscaban una luz o un alivio en sus vidas, o simplemente una respuesta.

2) Jurar: En esta relación que Jesús nos pone, se refiere a que uno busca acentuar su vida en cosas materiales, más allá de lo sagrado. Mira: Dios nunca te va a dejar, pero lo material hoy está y mañana no. Entiendo tus preocupaciones materiales porque a mí también me pasa y yo también pienso en que tengo que pagar las cuotas, la construcción, cómo hago con el gasoil para que me alcance, pagar a empleados, etc. Te entiendo, pero que eso no te lleve a olvidarte de ese diálogo cotidiano con tu Dios. Ese tiempo es solo tuyo con Él, preocúpate por tener ese tiempo con Jesús.

3) El trono de Dios: No dejes de caminar en tu vida por el lugar que te lleva a ese encuentro íntimo con Dios. Busca tu felicidad, nadie tiene derecho a robártela. Soltá aquello que te intoxica y te hace mal. Entiendo que no es fácil, pero despacito lo irás logrando. Lucha por ser feliz: día nuevo, lucha nueva. Hasta el cielo no paramos.