sábado, septiembre 21

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Lucas 10, 1-9

En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir, y les dijo: “La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero ni morral ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa digan: ‘Que la paz reine en esta casa’. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: ‘Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios’ ”.

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Lucas 10, 1-9:

💫Los eligió y los envió.

1) Designó:

Es Jesús quien te elige. Es Él el centro y nosotros lo llevamos a Él. Vos te convertís en discípulo por y para Jesús. La elección que Jesús hace sobre ti es para que estés cerca de Él, y desde Él salir a anunciarlo. Ese anuncio es desde la elección y desde estar con Él.

2) Envió:

Un seguidor de Jesús no puede ser quedado, debe generar. Y lo primero que genera es fraternidad y paz. El enviado de Jesús está invitado a sanar y aliviar al pueblo. En esto no me refiero solo al sacerdote, sino también al catequista y a cada uno de los que integran la Iglesia. Debemos ser personas que alivien, no que pongan peso y corran a los hermanos.

3) No lleven:

La clave es ponerse en las manos de Jesús. Es ponerse en las manos de Él y caminar sabiendo que Dios te pone personas concretas para que las evangelices e ilumines. Hoy tenés que ir sin prejuicios y sin juicios propios. Tenés que ir sabiéndote que desde esa presencia de Jesús Él mismo te da la gracia para enfrentar las cosas. Abandónate al Espíritu Santo y tendrás paz. Hasta el cielo no paramos.