EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA💫
Marcos (2,1-12):

CUANDO a los pocos días entró Jesús en Cafarnaún, se supo que estaba en casa.
Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Y les proponía la palabra.
Y vinieron trayéndole un paralítico llevado entre cuatro y, como no podían presentárselo por el gentío, levantaron la techumbre encima de donde él estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dice al paralítico:
«Hijo, tus pecados te son perdonados».
Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros:
«¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo uno, Dios?».
Jesús se dio cuenta enseguida de lo que pensaban y les dijo:
«¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados” o decir: “Levántate, coge la camilla y echa a andar”?
Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados -dice al paralítico-:
“Te digo: levántate, coge tu camilla y vete a tu casa”».
Se levantó, cogió inmediatamente la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo:
«Nunca hemos visto una cosa igual».

Palabra del Señor
💫 MEDITACION DEL EVANGELIO💫

Mc. 2, 1-12: Hay personas que te llevan a Jesús.

1) Paralítico espiritual: Hoy podés ser vos ese paralítico espiritual que no siente nada por las cosas espirituales. No tiene interés por nada de las cosas de Dios, pero tampoco lo mueve nada de las cosas de su propia vida. Está ahí… es como que deja que pase el tiempo, pero no toma decisiones. No se entusiasma por cosas a vivir y enfrentar. No tiene objetivos para lograr y tampoco se esmera por algo. Ese paralítico que ve cómo pasa su vida, cómo pasa su historia, pero no toma las riendas de su vida.

2) La multitud: Hay personas que son obstáculos para encontrarte con Dios, o la multitud de cosas que tenés que hacer en el día o en la semana, que no te permiten llegar a Jesús. Es esa agenda apretada que tenés, que no te permite sentarte dos minutitos para cerrar los ojos y hablar con Dios. Esa multitud de preocupaciones que no te dejan mirarte a vos con Dios, porque siempre estás manijeándote en la cabeza cosas que tenés que resolver o hacer.

3) El camino del perdón: Los muchachos lo ayudan. Hay personas que pueden ayudarte a encontrar a Jesús, a que puedas llegar a Jesús. No es una multitud, no son muchos, son algunos. Date cuenta que hay gente buena a tu alrededor y gente que te quiere… Aférrate a esas personas que te levantan y te llevan porque quieren tu bien. Acéptalas aun cuando te duela cuando te corrigen o te dicen las cosas en la cara. Lo hacen porque te quieren. Lucha contra tu propia soberbia, que muere tres días después de que te enterraron. ¡Ánimo! Que Dios te quiere más vivo que nunca… Vos sabes lo que tenés que hacer. Algo bueno está por venir.