EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo 10, 34-11,1

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espada. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa.
El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mi; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mi no es digno de mi; y el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mi. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mi, la encontrará.
El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá recompensa de justo.
El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, sólo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa».
Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mt. 10, 34-42.11, 1: Sé digno de Dios.

  1. Enfrentar: Es un enfrentamiento íntimo, no institucional. Es la pelea interior que uno tiene entre lo que uno quiere y ver lo que Dios quiere. Es el enfrentarte con vos mismo, porque entras en duda, porque te empiezas a enfrentar con vos. Hay veces que quieres dos cosas que no son compatibles. Es allí donde tenés que mirar bien, tomarte tu tiempo, ver todo, lo que se pierde y lo que se gana.
  2. Renunciar: Es lo que vos tenés que dejar, morir a vos. Aprender a no ser tan narcisista y no empacharte de todo lo que hay alrededor tuyo. “Todo te está permitido pero no todo te conviene”. Es allí donde tu corazón tiene que trabajar la renuncia. No todo se puede tener en la vida. Vos tenés que ser consciente que cuando decís sí a una cosa estás diciendo no a otra.
  3. Dignidad: Cuando haces una opción de vida, y te aseguras en esa opción y tenés convencimiento de ello, vale para saber crecer en esa dignidad que Dios te dio como un verdadero “hijo de Dios”. Poné todas las fichas en lo que elegiste, seguí y si realmente lo pensaste y lo rezaste allí va a encontrar paz. Sé fuerte y valiente para renunciar, porque es eso lo que te va a dar dignidad y paz. Si no te da dignidad y no te da paz, no viene de Dios. Algo bueno está por venir.