EVANGELIO DEL DIA💫
Lucas 10, 17-24
Al volver los setenta y dos volvieron de su misión, dijeron a Jesús llenos de gozo: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre.»
Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos. No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo.»
En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»
Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: «¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!»
Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾
Lc. 10, 17-24:
💫La grandeza de trabajar para Dios.
1) Llenos de gozo:
Me pongo a pensar cuántas veces nos arrepentimos de cosas que no hicimos y se nos va yendo la vida. El tiempo es lo mayor que Dios creó, y una persona lo pueda gastar o malgastar. El tiempo hoy se puede perder de muchas maneras. Incluso el uso de las redes sociales y estar todo el tiempo con el celular en cosas que no aportan a tu vida. Hay veces que pierdes el tiempo en cosas que no valen la pena, y es importante tener alertas que nos hagan ver que estamos perdiendo el tiempo en discusiones que no llevan a nada o relaciones que no tienen un horizonte. Aquí importa el tiempo y lo que hagamos con el tiempo. Frank Sinatra dijo: “sin tiempo no hay futuro, pero sin tiempo podés perderte el presente”. Recordá que lo único que tenemos es el hoy y que debemos pensar qué hacemos en él. Hoy tenemos poco tiempo para pensar y para mirarnos a nosotros mismos. La semana pasada tuvimos un retiro de Emaus de mujeres en mi parroquia, y veía cómo pensaban en sus vidas, pues no tenemos tiempo ni para pensar en nuestras vidas. Vivir a mil no significa vivir y ese vivir a mil no es gratis, tarde o temprano viene la paga. Creo que un tema que me da vueltas hoy por la cabeza es saber parar la pelota. Uno no puede vivir a mil siempre, por eso los apóstoles paran para contarle a Jesús. El ocio es imprescindible para reparar el gasto que significa todo tu esfuerzo cotidiano. Son ratos para no hacer nada, y es necesario que los tengas. Recordar que nos vamos a morir nos ayuda a recuperar la idea del momento y vivir bien lo que te toca. Una frase anónima dice: “que si dejamos que pase el tiempo sin hacer nada pronto nos daremos cuenta de que solo vamos a vivir una única vez”.
2) Tiempo para contarle a Jesús:
Hago, y hacemos, tantas cosas que sentimos que el día no alcanza y ni siquiera usamos los ratos muertos para descansar. Es algo que hasta a mí me cuesta, espero no aprenderlo tarde, pero es necesario parar la pelota y descansar bien… para contarle a Jesús lo realizado. Hay un estudio que dice que el tiempo, el poco tiempo libre que tenemos lo usamos para adelantar tareas o entrar en redes. Hemos perdido el momento para dedicarle al buen desayuno, la comida más importante como diría una nutricionista amiga. Hemos perdido la calidad de la hora de sueño, el tiempo para la gimnasia. En fin, el estar a mil tiene un gran sacrificio, el dedicarle el trabajar para Jesús, pero sin tomarse el tiempo de hablar y contarle a Jesús todo lo vivido tiene un sacrificio. El estar todo el día a mil, para y por los demás, tiene un sacrificio y ese sacrificio se llama: sacrificar tu salud.
3) Congreso infernal:
Cuenta la historia que hubo un congreso en el infierno y que el demonio pidió a los demonitos que piensen: ¿cómo podía atentar al hombre y separarlo de Dios? Un demonio dijo: “hagamos que no crean en Dios”, pero el diablo les dijo “no podemos porque es evidente”; otro dijo “hagamos que digan que no existe el infierno”. El diablo dirá que imposible, porque todos querrán ir al cielo. Un demonio viejo, que sabe más por viejo que por diablo dijo: “hagamos que el hombre crea que tendrá una larga vida, le hagamos meter en sus ideas que tiene mucho tiempo, que son eternos y que no hay prisa. Le hagamos creer que esa impunidad de ser eternos les haga creer que tienen que vivir como quieran…” se hizo un aplauda gigante y se llevó a cabo esa sugerencia. El alma tiene dos enemigos: el después y el mañana. El después no llega nunca. Aprovecha el tiempo, date cuenta que todo pasa y que el tiempo no vuelve atrás. Mario Benedetti dijo: “cinco minutos bastan para soñar toda una vida”, así de relativo es el tiempo. Busca este momento para contarle a Jesús todas las cosas lindas qué haces en tu vida. Algo bueno está por venir.
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