jueves, octubre 17

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo 16, 13-19

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?»
Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas.»
«Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?»
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mt 16, 13-19:

💫La identidad de Jesús

La identidad de Jesús es lo que siempre te debe quedar en claro en tu vida. Es saber quién es Él y cómo lo tomas en tu vida. Es muy fácil dejarse llevar por lo que dice la gente y es muy fácil comprarte un Dios que te vende la gente. Creo que hoy en la góndola está la promo 3×1. Te venden tres tipos de Jesús para que lo vivas en tu vida de una manera “tal”:

1) Jesús madrastra:

Es el Dios castigador, el que solo hace justicia y marca tarjeta. Marca los puntos. Se convierte casi en un árbitro de fútbol, porque marca las jugadas, y si te pasa algo, es porque te sacó la tarjeta (la roja o la amarilla). Es un dios al cual hasta le tienes miedo.

2) Jesús lámpara:

Es un estilo de Aladino, que en vez de frotar mucho, debo rezar mucho para que me dé lo que le pido. Rezo y rezo hasta que me lo dé.

3) Jesús secretario:

Es aquel que me acomoda todo desde mi idea. Acata mis órdenes. Yo le digo lo que quiero y Él me prepara todo para cumplirme. Es decir que yo soy el piloto de mi vida y Dios es mi copiloto. Es como que Dios tiene que acatar mis órdenes, armarme toda la jugada.
Por último, en Pedro vemos la respuesta del Dios que nos propone el cristianismo: un Dios cercano, un Dios vivo y que libera, que te salva y te sana. Es un Dios que te marca un camino de humildad, hacerte pequeño, para que sea Jesús quien reine en tu vida. Tener a Dios de esta manera te cambia la vida. Algo bueno está por venir.