viernes, octubre 18

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Lucas 4, 24-30

Habiendo llegado Jesús a Nazaret, le dijo al pueblo en la sinagoga:
«En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naámán, el sirio».
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo.
Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Lc 4, 24-30:

💫Rechazado por cercanos

1) Llegó a Nazaret:

Es importante que en tu vida trates de volver a tu eje, a donde es tu historia y tu vida, siempre es importante que vuelvas a tu esencia y a tu lugar donde sos vos y que puedas relacionarte con esa persona y en ese espacio donde simplemente sos vos. A mí me hace bien juntarme con mis amigos de toda la vida, los que me conocen como Luis, no como el Padre o como el licenciado o como el docente universitario. Es importante volver al Luis que soy, porque eso anima a recordarme de dónde vengo y también hacia dónde voy.

2) Profeta:

Nadie la tiene fácil en esta vida. Cuando uno anuncia y denuncia en esta vida siempre habrá alguien que te ataque. Incluso en estos tiempos estamos viviendo esta situación que aquel que piensa distinto a mi es mi enemigo. Cuán lejano quedó de tantas personas que se unían para pensar y discutir y de esas diferencias sacar grandes teorías para la humanidad. Por eso te recuerdo que no te detengas a discutir con alguien que ya está cerrado a ti. Cuando alguien está cerrado a escuchar tus ideas, puede que le entres. Pero quien esté cerrado a tu persona y a escuchar tu pensar no pierdas el tiempo, ni siquiera en tratar, pues como decía Albert Einstein “es más fácil destruir un átomo que un prejuicio”.

3) Despeñarlo:

Siempre habrá gente atenta a tus fallas para liquidarte, como así también son los cercanos, los paisanos de Jesús, los que tratan de destruirlo. No son los lejanos. Es por ello que debes abrir bien los ojos y fijarte bien a quién atiendes y en quién confías. No sea que tus cercanos te lastimen con la traición y los lejanos te vean con compasión. Buen lunes y buen inicio de semana. Algo bueno está por venir.