jueves, abril 25

Exalumno acosó por años a una profesora salteña y la mató

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El ataque a la joven se produjo en el centro de la capital tucumana. El agresor, rodeado de vecinos y transeúntes, se quitó la vida con la misma arma.

Ayer a la tarde se realizó una concentración en la capital salteña para pedir justicia por Paola Tacacho. Pablo Yapura

Paola Tacacho, una joven profesora salteña de inglés, fue asesinada a puñaladas por un exalumno en pleno centro de la capital tucumana. El agresor se suicidó a al ser rodeado por un grupo de vecinos que le impidió escapar. El hecho ocurrió la noche del viernes y ayer mujeres salteñas exigieron justicia en el centro de la ciudad.

El autor del crimen fue identificado como Mauricio Parada Parejas.

El hecho ocurrió a las 21 en pleno centro tucumano. A esa hora, Paola Estefanía Tacacho salió de un gimnasio, caminó por la calle Monteagudo y se encontró de frente con su victimario.

La cámara de seguridad de un local captó el momento en el que un hombre mantuvo una discusión con la mujer, quien comenzó a caminar como para retirarse.

El joven comenzó a hablarle en un tono alto, la insultaba, mientras Paola aceleraba el paso. En un instante, el asesino sacó un cuchillo y, en ese momento, Paola intentó correr, pero el asesino comenzó a apuñar a la víctima. Fueron seis puñaladas, según los peritos.

Un grupo de vecinos que vio lo que ocurría rodeó al homicida e impidió que escapara, por lo que el hombre tomó el cuchillo y se lo clavó en el pecho. Murió casi en el acto.

En tanto, otro grupo socorrió a la mujer hasta que llegó la ambulancia que la trasladó a un centro de salud donde murió a raíz de las heridas ocasionadas por el ataque.

«Un enfermero trató de ayudar a la mujer antes de que llegue la ambulancia, le hizo un torniquete y le contenía con sus manos la hemorragia, pero estaba muy mal, apenas podía respirar», contó un testigo.

Informaron que en las próximas horas se realizarán las autopsias de la víctima y del asesino.

De acuerdo con un documento publicado en redes sociales por «Ni Una Menos», la víctima era oriunda de Salta y en 2015 fue docente de Parada Parejas, en un centro de estudios terciarios de Tucumán, quien desde entonces la acosaba y la amenazaba de muerte.

La mujer realizó distintas denuncias a la Justicia tucumana e incluso su familia hizo lo mismo en Salta, «pero no recibió respuestas, solo tenía una restricción de acercamiento que no impidió que el acosador cumpliera su cometido», señaló el documento.

La organización convocó para mañana a las 18 a una sentada frente a la Casa de Gobierno de Tucumán para exigir justicia por Paola y por todas las víctimas de femicidios.

Los amigos y familiares de la víctima aseguraron que el asesino no era pareja de ella. «Mauricio Parada Parejas no tuvo ningún amorío con mi prima», escribió Nilda María Zerpa en Facebook.

«Este tipo y su familia tenían vínculos con la política de Tucumán -agregó-; fue su alumno en un terciario. La conoció, se obsesionó (no está claro porqué) y empezó de a poco a premeditar lo que ayer concluyó con la vida, los sueños y los proyectos de mi amada prima», resaltó.

 Paola Tacacho, una mujer, otra víctima.

Padeció un calvario

“A la Pao la conocí en 2014. Fue una de mis primeras colegas”, recordó una colega de la víctima a un medio de prensa de la vecina provincia.
Un año después, señaló, comenzaría la pesadilla, con la llegada de un alumno “muy sombrío”, quien tras dejar el cursado comenzó con las conductas de acoso y hostigamiento. 
“Inventaba cuentas fakes con agresiones, pero se ensañó particularmente con la Pao. La amenazaba de muerte abiertamente, le decía que le quedaba poco tiempo. A mis otros ‘compas’ les escribía diciéndoles que le avisen. Ella habló con el colegio porque es donde arrancó todo, aunque él ya no asistía. Pero se lavaron las manos, se desentendieron por completo. Ella vivía a la vuelta. El se sentaba en esa esquina, rondaba constantemente. Yo lo vi muchas veces. Ella se hartó de denunciarlo y lo único que hizo la Policía fue poner una perimetral”, lamentó Cecilia.
Detalló que Tacacho cerró sus redes sociales “para tener un poco de paz”, pero el hostigador mantenía su actitud.
“Una vez nos contó que el tipo se metió a su edificio e hizo pintadas en su piso. Otra (vez), que fue (ella) a hablar con la familia de él, acompañada de un vecino, y también se desentendieron, diciendo que él era adulto y tenía problemas mentales. ¿Qué no hizo la Pao? No sabíamos cómo ayudarla”, explicó.
“Ayer en la mañana despierto y veo su foto en todas partes”, lamentó.