Femicidio en el Tipal: los puntos que determinaron la prisión preventiva de José Figueroa
Imputado por femicidio, podría recibir prisión perpetua.
La jueza Victoria Montoya rechazó la prisión domiciliaria de Figueroa.
La jueza María Victoria Montoya dispuso ayer la prisión preventiva de José Eduardo Figueroa y denegó la prisión domiciliaria solicitada por la defensa. Durante la audiencia, el imputado por la muerte de Mercedes Kvedaras se reconoció culpable del crimen. La autopsia provisoria establece que la muerte se produjo por «ahorcamiento y asfixia», así figura en el expediente que llevó al Ministerio Público y por el Juzgado de Garantías a tipificar la causa como «homicidio calificado por la relación de pareja y por el género». Si la sentencia lo confirma, la única condena posible es de prisión perpetua.
El ahorcamiento, según explicaron especialistas forenses, supone que el homicida ejerce una presión muy fuerte en el cuello durante cuatro minutos para impedir el acceso de sangre al cerebro de la víctima. Es decir, excede a cualquier emoción violenta. La defensa de Figueroa tendrá muchas dificultades para encontrar un atenuante.
Quedan por delante muchas etapas y procedimientos, incluidos los testimonios de allegados y familiares, más la compilación de episodios anteriores que pudieran mostrar indicios de violencia. También la reconstrucción de todo lo que ocurrió ese 4 de agosto en la casa de la familia en el barrio El Tipal.
Los episodios luctuosos siempre generan un reclamo de justicia. Pero la Justicia tiene sus tiempos. Es la garantía que la ley ofrece a las personas para que el juicio sea completo y sostenido en pruebas, y para que la sentencia sea justa.
En la causa por el femicidio del que fue víctima Mercedes Kvedaras, ocurrido hace ocho días, ayer se llevó a cabo una audiencia presidida por la jueza María Victoria Montoya, de la Sala II del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta. La audiencia había sido requerida por la fiscal Mónica Poma, quien pidió la prisión preventiva para el acusado a fin de evitar que este no entre en contacto con los hijos de la pareja hasta tanto no se cumplan la totalidad de los procedimientos. A esa solicitud adhirieron la querella, a cargo de los abogados Jorge Ovejero y Cayetano Oliver, y la Asesoría de Menores.
El abogado defensor Juan Casabella Dávalos pidió el arresto domiciliario, en razón del estado emocional de Figueroa y ofreció un domicilio en la ciudad, donde quedaría al cuidado de su familia.
La jueza Montoya informó, en una entrevista con Radio Pacífico, que Figueroa solicitó declarar y confesó ser autor del homicidio.
La magistrada dispuso, entonces, la prisión preventiva y denegó el arresto domiciliario en razón de que «no ofrece suficientes garantías» para los procedimientos que siguen, para la investigación y para evitar el riesgo de fuga. Destacó que los controles electrónicos a distancia pueden ser alterados especialmente cuando la pena que supone la carátula, si resulta en sentencia condenatoria, como en este caso es «prisión perpetua». La prisión preventiva, por ese motivo, se cumple en un pabellón especial, donde recibe atención psiquiátrica y una vigilancia constante porque surge del expediente que Figueroa intentó quitarse la vida.
La jueza negó que la defensa haya planteado un atenuante de emoción violenta y, a su vez, evitó adelantar su opinión acerca de ese punto. Sobre la posibilidad de un juicio abreviado, Victoria Montoya aclaró que «no hay nada que lo impida, pero en esta causa no basta con la declaración del causante; reconociendo el hecho, aceptar el juicio abreviado significaría para él aceptar la prisión perpetua».